El jefe espiritual de los tibetanos, en el exilio, pronunció un discurso frente a unas 18.000 personas, sobre “el despertar de la compasión” y el “poder transformador de la creatividad y del arte” en Anaheim (sur de Los Ángeles, California).
“Todos venimos de nuestra madre. Todos disponemos de la experiencia profunda, todos comprendemos la reacción maternal. Algunos, incluidos los que llamamos terroristas (...) tienen también la capacidad de sentir la compasión”, dijo.
“Algunas personas que explotan el odio... Si expresamos un mensaje de amor, un mensaje de compasión, entonces esas personas se darán cuenta que la paz es la única manera que tiene la humanidad para sobrevivir”, añadió.
El Dalai Lama nació un 6 de julio, pero su cumpleaños oficial fue el domingo 21 de junio, siguiendo el calendario lunar tibetano.
“Este cumpleaños es una feliz oportunidad para la gente de reunirse y de celebrar la vida y las obras de Su Santidad” , dijo el venerable lama Tenzin Dhonden, fundador de la asociación sin fines de lucro “Friends of the Dalai Lama” (amigos del Dalai Lama) .
El lunes el Premio Nobel de la Paz de 1989 discutirá con otros Premios Nóbeles en la Universidad de California en Irvine, al sur de Los Ángeles, sobre el cambio climático y la “sabiduria, la visión y la experiencia”, y el martes concluirá con un debate acerca del tema de la Juventud.
Sin embargo, algunos no vendrán a California para sumarse a las celebraciones del Dalai Lama, sino para criticarle: los budistas Shugden, que le acusan de no respetar su libertad religiosa, tienen previsto organizar acciones de protesta a lo largo de los tres días de festividades, declaró a la AFP su portavoz, Rachael Jeffrey.
Las entradas para asistir a la celebración de Anaheim se han vendido por precios que van de los 35 a 180 dólares y las de Irvine hasta por 93 dólares. Los beneficios obtenidos se donarán a obras elegidas por el Dalai Lama.
El jefe espiritual de los tibetanos está oficialmente retirado de la acción política desde 2011, habiendo confiado sus responsabilidades políticas a un Primer ministro elegido por los tibetanos en el exilio.
El Dalai Lama pide más autonomía para el Tibet, más que una independencia formal, pero sigue siendo la pesadilla de las autoridades chinas, que le acusan de llevar a cabo “actividades separatistas anti-chinas”.