Los terremotos, tormentas e inundaciones dejaron el año pasado unas pérdidas de 175.000 millones de dólares (unos 168.270 millones de euros), la cantidad más elevada desde hace cuatro años, añade la reaseguradora muniquesa.
Esta cantidad es también dos terceras partes, casi un 70 %, superior a la de 2015 y muy similar a la de 2012 (180.000 millones de dólares).
Casi un 30 % de las pérdidas, unos 50.000 millones de dólares (48.077 millones de euros), estaban aseguradas y un 70 % no lo estaba, especialmente en países de Asia y África.
“Después de tres años de bajas pérdidas por catástrofes naturales, las cifras de 2016 vuelven a la media”, dijo el miembro de la junta directiva de Munich Re, Torsten Jeworrek.
El directivo mostró preocupación por la elevada cantidad de pérdidas no aseguradas, especialmente en países en desarrollo y con economías emergentes.
Una mayor cobertura aseguradora ayuda a aliviar las consecuencias financieras de una catástrofe a más personas, según la fuente.
El terremoto que sufrió Japón el año pasado fue la catástrofe natural más costosa.
Los dos terremotos en la isla japonesa de Kyushu, cerca de la ciudad de Kumamoto en abril, generaron unas pérdidas de 31.000 millones de dólares (29.808 millones de euros), de las que estaban aseguradas un 20 %.
Las inundaciones en China en junio y julio generaron unas pérdidas de 20.000 millones de dólares (19.231 millones de euros), de las cuales sólo un 2 % estaban aseguradas, según Munich Re.
Norte América sufrió el mayor número de catástrofes en 2016 desde 1980, con 160 catástrofes naturales.
La más importante de ellas fue el huracán Matthew, que tuvo el mayor impacto en Haití, que todavía se estaba recuperando del terremoto de 2010.
El huracán Matthew costó la vida a 550 personas en Haití y causó serios daños en la costa Este de EEUU; en total unas pérdidas de 10.200 millones de dólares (9.808 millones de euros), de los cuales algo más de una tercera parte estaban aseguradas.
Norte América también sufrió incendios en la ciudad canadiense de Fort McMurray en mayo e inundaciones en los estados del sur de EEUU en verano.
La suavidad del invierno en Canadá, con menos nieve de lo habitual, y las olas de calor y sequías que siguieron fueron la principal causa de los devastadores incendios que afectaron a la región de Alberta y generaron pérdidas de 4.000 millones de dólares (3.800 millones de euros), más de dos terceras partes de ellas aseguradas.
Las inundaciones en agosto en Louisiana y otros estados estadounidenses generaron pérdidas de 10.000 millones de dólares (9.600 millones de euros), una cuarta parte de ellas aseguradas.
Las lluvias torrenciales causaron inundaciones a finales de mayo y principios de junio en Europa, especialmente en Alemania y en París, causando pérdidas de 6.000 millones de dólares o 5.400 millones de euros, la mitad de ellas asegurada.
Munich Re advierte de que las catástrofes naturales relacionadas con el tiempo en 2016 muestran los efectos potenciales del cambio climático.