La petición la formularon los fiscales Robert Capers y Arthur Wyatt en una carta, a la que accedió hoy Efe y que enviaron este lunes al juez Brian Cogan, de la corte federal del distrito este de Nueva York, encargado de juzgar a “ el Chapo ” .
En la carta, los fiscales consideran que existe un “ riesgo significativo ” de que los miembros del cartel de Sinaloa sean contratados como abogados del “ Chapo ” para que puedan acceder a importantes detalles del caso, “ dañar a testigos y frustrar investigaciones en curso ” .
“ Esto se basa en el historial probado del acusado para utilizar a profesionales extranjeros, incluso abogados, para promover sus crímenes ” , dicen los fiscales en su misiva. Los fiscales, por ejemplo, citaron la posibilidad de que un miembro del cartel de Sinaloa se integre en el equipo del “ Chapo ” y acceda al nombre de un testigo mexicano que colabora con el Gobierno de Estados Unidos con el único objetivo de “ secuestrar o matar ” a ese testigo o a su familia en México.
“ La única forma de evitar que se produzca ese escenario es impedir que los miembros del cartel de Sinaloa accedan al material protegido del caso ” , subrayaron los fiscales. Por su parte, los abogados del mexicano consideran que la propuesta del Gobierno podría hacer que se vulnere el derecho del “ Chapo ” a acceder a la mejor defensa posible.
“ Como dice el propio Gobierno, los cargos contra el señor Guzmán son de alcance internacional y los abogados de la defensa podrían tener que emplear a investigadores de otros países ” , afirmaron los abogados en otra carta, enviada el 1 de marzo al juez de Nueva York y a la que accedió Efe. Los abogados insistieron en que “ los investigadores más eficaces ” para defender al “ Chapo ” pueden ser extranjeros y, esa circunstancia, no debe impedir que defiendan al capo.
Joaquín “ el Chapo ” Guzmán, que se declaró inocente de todos los cargos, fue extraditado desde México a Estados Unidos para ser juzgado en la corte del distrito este de Nueva York el pasado 19 de enero, pocas horas antes de que el entonces presidente, Barack Obama, cediera al poder a Donald Trump.
El que fue enemigo público número uno para Estados Unidos tras la muerte de Osama Bin Laden podría enfrentarse a una condena de cadena perpetúa si el juez de Nueva York lo considera culpable de diecisiete delitos, entre los que destaca narcotráfico y lavado de dinero.