“China parece estar proporcionando subvenciones ilegales a la exportación a productores y empresas manufactureras”, afirmó el Representante de comercio estadounidense (USTR) en un comunicado. Estados Unidos apunta en su queja a las cerca de 180 “plataformas comunes de servicio” diseminadas en China que ofrecerían servicios gratuitos a las empresas locales y que serían “nefastas para los trabajadores estadounidenses y las empresas estadounidenses”, apunta el comunicado.
Frente a ese programa “injusto”, Washington activó la primera fase de resolución de conflictos en la OMC mediante la convocatoria de “consultas” con China, en un nuevo episodio de la guerra comercial que enfrenta a los dos gigantes. “El USTR seguirá trabajando sin descanso para que China y todos los miembros de la OMC respeten las reglas”, declaró el director de este organismo, Michael Froman, citado en la nota.
Washington ya ha llevado ante la OMS diferendos sobre los derechos aduaneros impuestos por Pekín a los automóviles estadounidenses de lujo o sobre materiales escasos. También ha emprendido una batalla contra las subvenciones a la industria china de paneles solares.
Desde hace varios años, Estados Unidos busca reducir su creciente déficit comercial con China, que afecta a la actividad y que se vería, según Washington, agravado por prácticas desleales como la devaluación artificial del yuan. En 2014, el déficit estadounidense con China, sólo en los bienes, alcanzó la cifra récord de 342.600 millones de dólares.