“La condena de Wa Lone y Kyaw Soe Oo (...) es profundamente inquietante para todos los que defienden la libertad de prensa”, escribió en su página web la embajada estadounidense en Birmania. “Las lagunas innegables en este caso socavan el estado de derecho y la independencia judicial en Birmania”, expresó la embajada, que exhortó “al gobierno de Birmania a liberar inmediatamente (a los dos periodistas) y a poner fin a las persecuciones arbitrarias de los periodistas que hacen su trabajo”.
En Canadá, Bob Rae, el enviado especial para Birmania del gobierno de Justin Trudeau, denunció, por su parte, una “parodia de justicia”.
Wa Lone, de 32 años, y Kyaw Soe Oo, de 28, están en prisión provisional desde diciembre de 2017. Ambos han sido condenados por “vulnerar el secreto de Estado”, en un país donde la independencia de la justicia es cuestionada.
Estas condenas son un duro golpe a la libertad de prensa, no respetada en Birmania a pesar de la esperanzas que surgieron con la llegada al poder, en 2016, de Aung san Suu Kyi, exdisidente ganadora el Premio Nobel de la Paz en 1991.