Estados Unidos desplazará en las próximas semanas un sistema antimisiles a su base de Guam, como medida de “precaución” para fortalecer su posición de defensa contra la amenaza regional de misiles balísticos de Corea del Norte, según anunció hoy el Pentágono.
Se trata de un sistema antimisiles THAAD (Terminal de Defensa de Alta Altitud), que es el único hasta el momento diseñado para destruir misiles de alcance corto e intermedio tanto dentro como fuera de la atmósfera terrestre.
El movimiento se produce poco después de que el secretario de Defensa asegurara en un acto en la Universidad Nacional de Defensa que la “retórica belicosa” norcoreana es un peligro “real y claro” para los intereses de EE.UU. y aliados como Corea del Sur y Japón.
La isla de Guam, perteneciente a Estados Unidos como territorio no incorporado, se encuentra a unos 3.200 kilómetros de Corea del Norte y ha sido uno de los objetivos que el líder norcoreano, Kim Jong-un, ha amenazado con atacar, junto con Hawai y la costa oeste del territorio continental de Estados Unidos.
En un órdago a la comunidad internacional, Kim lanzó esta semana un nuevo desafío al anunciar la próxima reapertura del reactor principal de Yongbyon, que devolvería al país su principal fuente de plutonio para avanzar en el desarrollo de armas nucleares.
Estados Unidos ha urgido al líder norcoreano a abandonar las “amenazas provocativas” y ha asegurado que hay un “camino responsable” para alcanzar la paz, trabajando con los países vecinos, que le puede traer “muchos beneficios” a sus ciudadanos.
Los expertos aseguran que Corea del Norte no tienen todavía la tecnología para crear una ojiva lo suficientemente pequeña y potente para ponerla en un misil, aunque cuenta con la capacidad militar convencional como para realizar un ataque como misiles balísticos de rango medio con un alcance de cientos de kilómetros.
No obstante, el Pentágono ha subrayado que Estados Unidos “continúa atento” a las “provocaciones” de Corea del Norte y “está preparado” para defender el territorio estadounidense o de sus aliados, así como sus intereses nacionales.
En respuesta a las recientes amenazas de Corea del Norte, Estados Unidos ya ha enviado los destructores “Decatur” y “John McCain” a posiciones no especificadas en el Pacífico occidental, donde estarán en condiciones de responder a las amenazas de misiles.
El Pentágono anunció además el mes pasado un plan para reforzar los sistemas de defensa antimisiles de la costa oeste de EE.UU. y estar preparados ante un eventual ataque con misiles.
“Creo que hemos tomado medidas moderadas contra estas amenazas”, señaló Hagel, quien aseguró que Estados Unidos está haciendo “todo lo posible” para garantizar la seguridad en la península de Corea, incluyendo conversaciones con China y otros países, para “calmar la situación”, pero, añadió, “tenemos que tomarnos estas amenazas en serio”.
Hagel recibió esta mañana en el Pentágono al nuevo ministro de exteriores surcoreano, Yun Byung-se, de visita en Washington, a quien trasladó el compromiso de EE.UU. con la protección de su país “durante este tiempo de gran tensión en la península coreana”.
En pleno aumento de las fricciones, el Departamento de Defensa aprobó hoy la entrada de las compañías estadounidenses Boeing o Lockheed en la puja con la europea Eurofighter para la venta de cazas a Corea del Sur.
El gobierno estadounidense recordó que los nuevos cazas -el F-35 de Lockheed Martin o el F-15 Silent Eagle de Boeing- “proveerán capacidades de defensa creíble para disuadir una agresión”.
El régimen de Kim aumentó sus amenazas contra Corea del Sur y EE.UU. desde que la ONU le impuso el pasado 7 de marzo nuevas sanciones por su última prueba nuclear de febrero.