El dinero irá a parar al Fondo Global para Acabar con la Esclavitud Moderna (GFEMS, por sus siglas en inglés), una iniciativa publico-privada fundada en EE.UU. en el año 2000, que podrá emplear esta cantidad en los diversos programas que tiene repartidos por todo el mundo con el objetivo de combatir el tráfico de personas.
Los 25 millones de dólares, explicó el Departamento de Estado en un comunicado, son un premio otorgado al Programa para Acabar con la Esclavitud Moderna, lanzado a principios de año por la organización, “tras un proceso de selección abierto y transparente”.
La elección de esta fundación se debe a una decisión “bipartidista” que busca financiar la lucha contra el tráfico de personas mediante el “desarrollo de una plataforma global de datos, estudios y lecciones aprendidas para mejorar los esfuerzos globales para combatir la esclavitud moderna”, señaló la nota oficial.
“Estamos convencidos de que un esfuerzo global y coordinado enfocado en resultados mensurables, y que implique una inversión tanto pública como privada, resultará determinante en la lucha para acabar con la esclavitud en los tiempos modernos”, comentó el fondo tras conocer la concesión del premio.
Según datos de la organización, en la actualidad entre 21 y 46 millones de personas sufren el yugo de la esclavitud, víctimas de una industria que genera 150.000 millones de dólares anualmente.