“El pueblo estadounidense se solidariza con el pueblo de Pakistán, y con la comunidad ismaelita global sobre este trágico día”, afirmó el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en un comunicado.
“No nos engañemos: hay más fuerza, con mucho, en el respeto y la solidaridad que sentimos hacia los otros que en la que pueda haber en cualquier ataque terrorista”, dijo Kerry.
Asimismo, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos extendió sus condolencias a las familias de las víctimas, y también a su “estimado amigo”, el líder espiritual chií Aga Khan, quien “ha llevado a la comunidad ismaelita muchos proyectos de desarrollo y de educación importantes no sólo en Pakistán, sino en todo el mundo”.
“Vamos a apoyar los esfuerzos por llevar a los responsables ante la Justicia y estamos dispuestos a prestar asistencia a la investigación de este trágico ataque”, agregó Kerry en la nota.
El ataque de esta semana se suma a los perpetrados contra varias mezquitas chiíes a comienzos de este año, entre ellas una en Shikarpur, también en el sur de Pakistán, en el que murieron 55 personas y otro medio centenar resultaron heridas.
Los atentados sectarios en Pakistán, en especial contra la minoría chií, que representa un 20% de la población del país, se han incrementado en los últimos años en medio del recrudecimiento general de la violencia terrorista desde finales de 2012.
En junio de 2013, un atentado en Queta (oeste) cerca de un centro de rezo chií causó la muerte a 30 personas y heridas a otras 60, mientras que a principios de 2014, tres matanzas en barrios chiíes de las ciudades de Quetta y Karachi causaron más de 250 muertos.