La decisión de detener las maniobras militares había sido tomada como “gesto de buena voluntad” después del encuentro entre Donald Trump y Kim Jong-un. “Dimos el paso de suspender varios de los ejercicios militares como una medida de buena voluntad”, dijo el secretario de Defensa, Jim Mattis, a periodistas. “No tenemos planes de suspender ninguno más”.
Mattis, sin embargo, no dijo que las maniobras, que en el pasado han enfadado a Pyongyang, se fueran a retomar pronto. “Vamos a ver cómo van las negociaciones y entonces calcularemos el futuro, cómo avanzamos”, subrayó Mattis.
Estados Unidos suspendió algunos ejercicios militares que realizaba con Corea del Sur en junio, después de la cumbre entre Trump y Kim en Singapur, incluidos los “Ulchi Freedom Guardian” previstos para agosto, en los que tenían que participar cerca de 17.500 militares estadounidenses. Trump definió en junio estos ejercicios como “juegos de guerra” y “provocadores”, un término usado por Corea del Norte.
Mattis divagó cuando fue consultado sobre si retomar estos ejercicios no podría ser considerado una provocación. “Incluso contestando a una pregunta de esa manera podría influir en las negociaciones. Dejemos a las negociaciones, dejemos a los diplomáticos avanzar. Todos sabemos la gravedad del asunto que estamos tratando”, afirmó