El Departamento de Estado estadounidense informó en un comunicado de que hoy entra en vigor el acuerdo alcanzado en diciembre de 2014 por EE.UU. y Francia para compensar a los judíos que fueron deportados a campos de concentración nazis por la compañía de ferrocarriles francesa SNCF durante la ocupación del país.
En virtud de ese acuerdo, Francia financiará y Estados Unidos administrará un fondo de 60 millones que permita pagar a aquellos supervivientes, sus cónyuges o sus herederos, que reclamen la compensación y cumplan los requisitos.
Los interesados tienen hasta el 31 de mayo de 2016 para hacer sus solicitudes, y a partir de entonces comenzarán a pagarse las compensaciones.
“ Francia reconoce que los estadounidenses y otros extranjeros deportados durante el Holocausto no han podido tener acceso al programa de pensiones francés, y ha accedido a compensarlos a través de este programa ” , sostuvo el Departamento de Estado en su anuncio de diciembre pasado.
A cambio del pago, EE.UU. asume “ una obligación internacional de reconocer y proteger activamente la inmunidad de Francia y sus instrumentos en lo relativo a los reclamos de deportación durante el Holocausto en Estados Unidos, y de actuar como sea necesario para asegurar una paz legal duradera ” , según el Departamento.
Se espera que el acuerdo resulte en pagos “ a varios miles de ciudadanos estadounidenses y a otros en todo el mundo ” , agregó.
Estados Unidos será el único responsable de distribuir los fondos entre quienes cumplan las condiciones, bajo tres categorías.
La primera es la de aquellos que fueron deportados de Francia durante la ocupación del país por las fuerzas nazis (1940-44) , siempre que no sean ciudadanos franceses ni belgas, polacos, británicos o de la antigua Checoslovaquia, dado que los Gobiernos de esos territorios ya tienen acuerdos al respecto con Francia.
Se estima que cada uno de estos supervivientes que cumpla los requisitos recibirá un pago de más de 100.000 dólares.
La segunda es la de los cónyuges de aquellos que fueron deportados de Francia, quienes, si no son ciudadanos de ninguno de los países mencionados en la categoría anterior, recibirán “ un pago de decenas de miles de dólares ” , según Estados Unidos.
Por último, los herederos de los supervivientes o cónyuges que murieron después del final de la Segunda Guerra Mundial pueden solicitar la compensación en su nombre, siempre que demuestren que la persona por la que lo reclaman no era ciudadana de esos países.
Se calcula que alrededor de 76.000 judíos fueron deportados de Francia a campos de concentración nazis por la compañía de ferrocarriles francesa SNCF durante la ocupación del país.
Legisladores federales y estatales de Estados Unidos han intentado en varias ocasiones vetar el acceso de la compañía SNCF a contratos en el país norteamericano debido a sus acciones durante la Segunda Guerra Mundial, pero la empresa defiende que no tenía control sobre sus acciones durante la ocupación nazi.
La compañía no forma parte del acuerdo bilateral entre Francia y EE.UU., pero se ha comprometido a pagar voluntariamente una contribución de 4 millones de dólares en los próximos años a museos, monumentos y programas de educación centrados en el Holocausto en varios países.