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Mientras las autoridades investigan cómo se contagió la auxiliar de enfermería Teresa Romero, de 44 años, los protocolos fueron modificados.
A partir de ahora serán personas de alto riesgo las que hayan tenido contacto con un enfermo de ébola y tengan fiebre. Hasta ahora era necesario alcanzar la temperatura de 38,6 grados, igual que en África.
La enfermera llamó el pasado día 30 de septiembre al hospital para comunicar que tenía unos grados de fiebre pero como no alcanzaba los 38,6 grados no fue atendida hasta que le subió la temperatura, una semana después.
Con los nuevos protocolos se instalarán cámaras en las zonas donde los sanitarios se visten con el traje de protección.
La enfermera se podría haber infectado al tocarse la cara con los guantes tras salir de la habitación del misionero, algo que no se pudo comprobar al no grabarse. También se impartirán cursos de formación al personal.
Profesionales sanitarios se quejaron de que no recibieron formación específica para atender en el hospital madrileño a los dos misioneros repatriados en agosto y septiembre.