Los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) sugirieron, sin que sea obligatorio, controlar a los viajeros que vuelven de los países africanos afectados sin síntomas de la enfermedad en función de los riesgos, clasificados en cuatro categorías.
Los CDC no imponen de todas maneras la puesta en cuarentena de los viajeros, como se ha hecho en algunos estados de Estados Unidos, y recordaron que una persona es contagiosa sólo si ha desarrollado los síntomas de la enfermedad.
“Estamos preocupados por medidas tomadas en algunos lugares que pueden tener por efecto estigmatizar aún más o dar una falsa impresión. Uno no se contagia de ébola de alguien que no está enfermo”, dijo el director de los CDC, Tom Frieden.
Estas medidas conciernen a menos de un centenar de personas por día que llegan a alguno de los cinco aeropuertos estadounidenses donde son controlados los pasajeros provenientes de Liberia, Sierra Leona o Guinea, los más afectados por la epidemia que ha causado la muerte de cerca de 5.000 personas desde comienzos de año.
Respecto a las personas consideradas “de alto riesgo” , por haber por ejemplo tratado a enfermos de ébola, “queremos estar seguros de que no vayan a ningún lugar público ni al trabajo y que sus desplazamientos sean aprobados por las autoridades sanitarias locales”, precisó Frieden.
En los últimos días se desató en Estados Unidos una fuerte polémica por la decisión de algunos estados de imponer cuarentena a los pasajeros provenientes de los tres países más afectados por la epidemia.
Tras el descubrimiento de un primer caso de ébola en Nueva York, los estados de Nueva York y Nueva Jersey instauraron el viernes la puesta en cuarentena obligatoria de toda persona que haya tenido contacto con enfermos de ébola en África occidental, aunque no presente síntomas. Una medida similar adoptó Illinois el domingo.
Sin embargo, las críticas expresadas y la presión de la Casa Blanca hicieron que Nueva York suavizara sus disposiciones.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó el lunes a “no estigmatizar” al personal médico que regresa desde África occidental.
“Los trabajadores de la salud que regresan (del oeste de África) son personas excepcionales que dan de sí mismos para ayudar a la humanidad (...) No deberían ser sometidos a esas restricciones que no tienen base científica”, añadió desde Addis Abeba.
Una enfermera estadounidense que retornó desde Sierra Leona fue puesta el viernes en cuarentena pese a que no presentaba síntoma alguno. La profesional denunció haber sido tratada “como una criminal” al llegar a Nueva Jersey.
Numerosos observadores temen que estas medidas desalienten a eventuales voluntarios dispuestos a participar en la lucha contra le epidemia en los países afectados.
Poner en cuarentena a personal sanitario sin síntomas “no se basa en ninguna evidencia científica y podría socavar los esfuerzos para controlar la epidemia en su origen” , dijo la noche del lunes la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) .
El Pentágono anunció el lunes que los soldados estadounidenses que regresen de misión contra el ébola en África occidental serían ahora puestos “en aislamiento” durante tres semanas en la base estadounidense de Vicenza, Italia.
La epidemia comenzó también a impactar en materia de política migratoria en algunos países occidentales.
Australia anunció una serie de medidas para limitar la inmigración procedente de los países afectados por el ébola.
Bélgica informó que había interrumpido durante varias semanas la expulsión forzada de inmigrantes ilegales hacia los países africanos afectados, para evitar cualquier contagio de los agentes de policía que les acompañaban.
Corea del Norte, por su parte, negó la entrada a su territorio a un camarógrafo español para un viaje de prensa, por temor al ébola, según el organizador holandés de este viaje.
El lado de las víctimas, un miembro de la brigada médica cubana de lucha contra el ébola enviada a Guinea falleció el domingo de malaria.
En cambio, un niño con fiebre que estuvo en un país africano afectado dio negativo el lunes en Nueva York a un examen por posible contagio del virus.