Funcionarios de salud locales, estatales y federales tratan de calmar los temores en Dallas (Texas) después de informar que tienen bajo vigilancia a estas personas, entre ellas algunos niños en edad escolar que tuvieron contacto cercano con el liberiano Thomas Eric Duncan, la primera víctima afectada en el país, o con personas que estuvieron con él.
“Las autoridades de salud de Texas y del condado de Dallas han ordenado a cuatro miembros cercanos de la familia del paciente de ébola en esa ciudad permanecer en casa y no recibir visitas para prevenir la posible propagación de la enfermedad”, según un comunicado emitido hoy por el citado condado.
La portavoz del Departamento de Salud y Recursos Humanos del condado de Dallas, Erikka Neroes, dijo hoy a la prensa que tras una investigación determinaron que estas 80 personas forman parte de “los contactos” que deben estar bajo supervisión, aunque el enfermo realmente sólo estuvo con entre 12 y 18 personas.
Neroes indicó que ninguna de ellas ha mostrado síntomas de la enfermedad y que todas han recibido información detallada sobre el ébola, que ha causado la muerte a más de 3.000 personas en el África occidental.
Duncan, de 42 años y quien reside de Monrovia, Liberia, permanece en el Hospital Presbiteriano de Salud de Texas mientras las autoridades tratan de contrarrestar los posibles efectos que haya causado el haberlo dado de alta durante dos días, después de que el paciente acudiera al centro médico el viernes pasado.
Ese día, el liberiano se presentó por primera vez en dicho hospital con fiebre y dolores abdominales, pero los médicos le enviaron a casa con antibióticos sin tener en cuenta que venía de Liberia. Duncan volvió al hospital el domingo, cuando fue aislado y posteriormente diagnosticado con ébola, pero esos dos días fueron trascendentales para una potencial propagación del virus entre las personas con las que estuvo en contacto, en una ciudad donde hay una importante comunidad liberiana.
Diez expertos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, con sede en Atlanta, se trasladaron a Dallas para colaborar en el tratamiento e investigación de este caso. Para ello, este equipo de especialistas está en comunicación permanente con el Centro de Operaciones de Emergencia de los CDC en Atlanta.