Christopher Browning, de 24 años, y Skyler Dozierwalker, de 23, comparecían este martes ante el tribunal de Naha para una primera audiencia, señalan las agencias de prensa Jiji y Kyodo.
En noviembre, un tribunal de Okinawa (sur) imputó a estos dos militares por “violación y heridas”.
Según las agencias de prensa, los dos soldados reconocieron los hechos ante la corte, pero Browning negó que hubiera premeditación.
Si son condenados, se exponen a un mínimo de cuatro años de prisión.
A raíz de este caso, el ejército estadounidense impuso un toque de queda a sus 47.000 soldados acantonados en Japón, todavía en vigor y por un tiempo indefinido.
Pese a este toque de queda, varios militares estadounidenses se han visto implicados en incidentes que aumentan la exasperación de la población local y refuerzan la animadversión antiestadounidense en la isla.