En un día en el que se produjeron amenazas en centros comunitarios judíos de Miami y alrededores, todas falsas, la última alteró el panorama en Ocean Drive, un popular paseo de playa plagado de restaurantes, hoteles y bares.
Un escuadrón de la policía especializado en bombas acudió al lugar tras la amenaza, pero hasta ahora no se conoce el resultado de sus investigaciones. Tampoco hay detalles sobre las detenciones realizadas en relación con la amenaza recibida por la policía. La zona está cerrada al tráfico de vehículos y la policía ha pedido a la gente que se mantenga alejada.
El sureste de Florida está todavía bajo la conmoción originada por el ataque perpetrado el viernes en el aeropuerto internacional de Fort Lauderdale, a 40 kilómetros de Miami, donde cinco personas murieron por disparos hechos por un exmilitar de origen puertorriqueño que actuó por motivos que aun no se han determinado.
Hoy por la mañana decenas de personas fueron evacuadas de dos centros de la comunidad judía en el condado de Miami-Dade por amenazas similares, pero resultaron no ser verdaderas.
Las amenazas obligaron a la evacuación de 450 alumnos del colegio Dave and Mary Alper Jewish Community Center, ubicado en el suburbio de Kendall, al sur de Miami, y otras tantas del Miami Beach Jewish Community Center, fueron realizadas por teléfono.
La búsqueda exhaustiva de paquetes sospechosos incluyó el uso de una unidad canina K-9 y artificieros, que nada anormal encontraron en los centros. Incidentes de la misma naturaleza se registraron también hoy en dos centros judíos de Orlando y Jacksonville, en el centro y costa noroeste de Florida, respectivamente, y en Delaware, Nueva Jersey, Maryland, Tennessee, Carolina del Sur, además de tres sucesos similares en Londres (Inglaterra) .