Con un 22,5 % de apoyo, Trump supera con creces a los restantes 16 aspirantes conservadores y dobla hoy al segundo mejor situado, el exgobernador de Florida Jeb Bush (11,8 %), según el promedio diario que realiza de las encuestas de intención de voto el sitio web Realclearpolitics.
Además, en un sondeo de la cadena CNN divulgado este miércoles, Trump también es el favorito, con un 22 % de las preferencias, entre los probables votantes de los caucus de Iowa -que marcan el inicio de la temporada de primarias-, y es considerado el más capaz de manejar asuntos como la economía, la inmigración ilegal o el terrorismo.
Una semana después del primer debate entre los aspirantes republicanos, origen de la que es hasta ahora su última polémica, la popularidad del millonario neoyorquino no se tambalea y sigue siendo protagonista de titulares y horas de televisión.
En ese debate, retransmitido por la cadena Fox, la moderadora Megyn Kelly preguntó a Trump por sus comentarios irrespetuosos hacia algunas mujeres, a las que ha llamado “cerdas gordas, perras, guarras y animales desagradables”.
Fue el inicio de una suerte de guerra fría entre la Fox y Trump que ha durado varios días, con denuncias del magnate de que la cadena conservadora lo trató de forma “injusta” en el debate y su polémica insinuación de que Kelly fue dura con él porque tenía la menstruación.
Con el veto de un evento conservador al que preveía asistir por esa insinuación y la marcha del asesor principal de su campaña de por medio, Trump volvió a la Fox el martes en son de paz y ambas partes quisieron dar por zanjada la polémica.
Pero las declaraciones de Trump que más se recuerdan son las del lanzamiento de su campaña el pasado 16 de junio en Nueva York, donde calificó a los inmigrantes mexicanos que llegan a EE.UU. de “criminales” y “violadores”.
También algunos republicanos han estado en la mira del magnate, que llamó directamente “idiota” al senador Lindsey Graham, uno de sus rivales en la contienda por la Casa Blanca, y dijo que el excandidato presidencial John McCain, veterano de Vietnam, es un “perdedor” y no merece el apelativo de “héroe de guerra”.
A quien más está atacando en los últimos días es al también precandidato y senador Rand Paul, de quien ha asegurado, tajante: “Es un desastre, sin duda”.
Su estrategia cuando empieza la lluvia de críticas por este tipo de comentarios nunca ha sido disculparse.
Para Trump, la culpa es de los “carroñeros” de la prensa, como afirmó esta semana en un discurso ante simpatizantes en Michigan, y que son quienes, en su concepto, han malinterpretado continuamente sus palabras.
“Yo estoy acostumbrado a tratar con medios financieros y son buena gente. Pero los medios políticos son duros. Les aviso porque a veces lees la prensa y lo que ahí sale no es verdad”, advirtió en ese discurso.
Esos medios y los periodistas que están siguiendo el día a día del magnate resaltan lo poco que saben, con casi dos meses de campaña transcurridos, de las políticas concretas y el plan de Gobierno que piensa implementar Trump si llega a la Casa Blanca.
El martes, al ser preguntado en la Fox por su estrategia contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), Trump resumió: “Entramos, les dejamos fuera de combate y nos llevamos el petróleo”.
Sobre China también ha hablado mucho a raíz de la devaluación del yuan, que a su juicio va a ser “devastadora” para la economía estadounidense, pero no ha dado pistas sobre qué haría él frente al gigante asiático.
Pero, al menos en cuanto a la estrategia de campaña, el “candidato perfecto” para 2015 es Trump, como afirma hoy el analista Chris Cillizza, del diario The Washington Post.
El magnate está complementando sus múltiples intervenciones en televisión, a veces por teléfono, con una constante presencia en Twitter, donde tiene 3,7 millones de seguidores, y viajes relámpago a los estados que inaugurarán en febrero las primarias y caucus para elegir a los candidatos a la Casa Blanca para los comicios de 2016.