La principal conclusión del informe -presentado hoy y basado en una muestra de 38 países- revela una disparidad salarial considerable entre hombres y mujeres, basada en muchos casos en la “discriminación”.
Una disparidad salarial que aumenta conforme asciende la jerarquía laboral de la mujer.
El texto pone el ejemplo de Europa (no sólo la UE), donde en 2010, el 10 por ciento de las trabajadoras en la parte más baja de la escala salarial ganaban 100 euros menos al mes que el 10 por ciento de los hombres en la misma posición.
No obstante, el 10 por ciento de las mujeres que percibían salarios más altos ganaban 700 euros menos al mes que el 10 por ciento de los hombres mejor remunerados.
Una tendencia similar se observó en los 38 países analizados por el informe.
El texto señala que las causas de las disparidades de remuneración entre hombres y mujeres “ son complejas y en cierta medida difieren entre un país y otro ” , pero en todos hay una parte de la diferencia salarial basada en razones cuantificables.
La disparidad salarial actual puede dividirse entre la que está basada en argumentos racionales que pueden influir en la remuneración, como el nivel de educación, y la parte no justificada “ que sugiere la existencia de una discriminación en el mercado laboral ” .
El informe muestra que, si se suprimiese esta desventaja salarial no justificada, la brecha se invertiría en casi la mitad de los 38 países, y las mujeres ganarían más que los hombres.
Algunos de los países donde se observó esta situación incluyen a Suecia, Lituania, Eslovenia, Brasil y la Federación Rusa.
Otro aspecto que influye en la disparidad salarial es la maternidad, dado que se ha comprobado que en algunos lugares las mujeres sin hijos son mejores remuneradas que las que tienen descendencia.
El informe destaca los ejemplos de México, donde las madres ganan alrededor de 33 por ciento menos que las mujeres sin hijos, o el de la Federación Rusa, donde esta diferencia es sólo de un 2 por ciento.
Para reparar esta injusticia salarial, el informe formula diversas recomendaciones, incluyendo políticas que promueven la igualdad de género en el trabajo y en el hogar.
“La igualdad de remuneración entre hombres y mujeres debe estimularse, incluso combatiendo los estereotipos sobre los papeles y las aspiraciones de las mujeres ”, afirmó Manuela Tomei, Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.
“Esto se conseguirá luchando contra los prejuicios sexistas en la estructura salarial y en las instituciones que fijan los salarios, promoviendo una distribución equitativa de las responsabilidades familiares, y reforzando las políticas relacionadas con la maternidad, la paternidad y el permiso parental ” , agregó.
El informe indica que la legislación nacional debe garantizar el derecho a la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor, y el acceso al sistema judicial para exigir este derecho.