El informe fue elaborado por la escuela de negocios de Barcelona EADA y ICSA Grupo. Según este informe, el 17% de diferencia salarial entre directivos y directivas ha disminuido en 2018 un punto respecto al año pasado, y además la presencia de mujeres en cargos de dirección ha incrementado hasta el 15,4%, el porcentaje más elevado desde 2008 (19,58%).
No obstante, la mayoría de puestos de dirección que las mujeres ocupan son de dirección de recursos humanos o de administración y finanzas. Eso se debe, en parte, a que los cargos directivos tienen “poca flexibilidad” y “no están diseñados para poder conciliar la vida familiar y personal”, ha asegurado la profesora e investigadora de EADA Aline Masuda, durante la presentación del informe.
Masuda ha explicado que todavía hay falta de equidad en el reparto de tareas domésticas, que recaen en las mujeres, y que se deben extender y promover más los permisos de paternidad, ya que todavía “está mal visto” que un padre pida una reducción de jornada.
En todos los niveles hay brecha salarial: en los mandos intermedios y también entre el resto de empleados, la diferencia retributiva entre hombres y mujeres es del 11,7% y del 12,1%, respectivamente.
En Cataluña, la brecha salarial en cargos directivos alcanza el 18,1%, en cargos medios, el 9,3%, y entre empleados y empleadas, el 14,9%. Tanto Masuda como la socia responsable del área de consultoría de ICSA e ingeniera industrial, Indry Canchila, han coincidido en que existen múltiples causas que explican esta disparidad en los salarios y en la presencia femenina en determinados cargos y sectores de trabajo.
Aunque la presencia de mujeres en todos los niveles ha ido aumentando, “ha afectado muy poco en la igualdad salarial”, ha señalado Canchila, aunque ha explicado también que el aumento de mujeres es un factor que puede reducir después la brecha entre salarios. Masuda ha añadido que “ la crisis ha afectado pero no ha sido crucial (...) atendemos a un problema estructural y de fondo”.
“No hay un cambio profundo”, ha dicho la representante del ICSA, que ha añadido que la situación “requiere un cambio cultural. Hay que educar en la igualdad. Vencer los estereotipos. Tanto en la vida familiar como en el ámbito empresarial. Que haya cambios en los puestos de trabajo aprovechando los cambios tecnológicos”, ha citado, entre otras medidas, Canchila.
“Hacen falta leyes que nos ayuden y que nos permitan conciliar la vida familiar y la profesional”, ha añadido Masuda.