La comisión encargada de fijar los sueldos públicos, constituida por cinco personalidades (nombradas por el Parlamento, la Corte Suprema y el ministro de Finanzas), explicó que juzga “fundamental que los miembros electos sean financieramente independientes” en un país sacudido por la crisis bancaria de 2008 y el escándalo de los papeles de Panamá.
Según la comisión, el mandato de los 63 diputados, elegidos por cuatro años, “no se parece a nada existente en el mercado del trabajo” , y hasta ahora no se tomaba en cuenta el tiempo que consagran a sus tareas incluso cuando están fuera del Parlamento.
La decisión, anunciada este martes, provocó la condena del Partido Pirata para el que el aumento generará aún más desconfianza del pueblo. “Si rechazaran este incremento, los parlamentarios enviarían un mensaje claro de que no quieren ahondar la brecha entre el Parlamento y la población” , reaccionó la líder de los Piratas, Birgitta Jonsdottir, en su cuenta en Facebook.
Las legislativas anticipadas de una vuelta organizadas este fin de semana pasado no permitieron decidir un ganador claro. La derecha saliente perdió su mayoría absoluta, pero el conservador Partido de la Independencia se convirtió en el primero de la isla.
Del otro lado del panorama político, la alianza de centro izquierda liderada por el Partido Pirata no logró reunir más del 50% de los votos.
Los papeles de Panamá revelaron que 600 islandeses, entre los cuales algunos banqueros, líderes empresariales y ministros de gabinete, incluido el ex primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson, tenían cuentas en el extranjero.