En una petición que lleva 24 firmas, entre ellas la de la exministra laborista de Cultura Tessa Jowell, los parlamentarios piden al Gobierno sudanés que respete la libertad de religión y que haga lo posible para que se levanten los cargos contra Ishaq.
Al tiempo que felicitan a la mujer, de 27 años, por haber dado recientemente a luz a una niña, recuerdan que la libertad religiosa está consagrada en la Convención Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos.
El mes pasado, Mariam Ishaq, cuyo padre es musulmán pero que sigue el cristianismo de su madre, fue declarada culpable de apostasía y condenada a muerte.
“Pedimos en los términos más enérgicos a la República de Sudán que defienda el derecho fundamental de Ishaq a la libertad religiosa o su creencia presionando a la Justicia sudanesa para que anule los cargos” contra ella y “la libere en forma inmediata”, añaden los diputados.
El mes pasado, el Ministerio británico de Exteriores convocó al encargado de negocios de Sudán, Bukhari Afandi, para expresarle la preocupación de Londres por la condena a muerte de la joven y pedirle que su país haga todo lo posible por liberarla.
Además de la recién nacida, la mujer, que se niega a renunciar al cristianismo, tiene otro hijo de dos años.