Los diplomáticos partieron en varias furgonetas con sus familias el día en que se cumplía el plazo de una semana dado por el gobierno británico para abandonar el país, a lo que Moscú respondió dictando también la expulsión del mismo número de representantes británicos.
La primera ministra británica, Theresa May, se reunirá con el Consejo de Seguridad Nacional, tras lo que podría anunciar nuevas represalias por el intento de asesinato con un agente nervioso de Serguéi Skripal y su hija Yulia, en la ciudad inglesa de Salisbury (sudoeste), el 4 de marzo. Ambos se encuentran hospitalizados muy graves desde entonces.
La investigación del atentado podría llevar meses, estimó este lunes el comandante de la policía antiterrorista británica. “Será frustrante para la gente. Va a llevar semanas, posiblemente meses”, dijo Neil Basu a la BBC. “Tenemos 400 declaraciones y todavía tenemos que tomar más. Tenemos casi 800 objetos y 4.000 horas de imágenes de cámaras de seguridad”, explicó, ilustrando la complejidad del caso.
“Es frustrante, lo sé, pero es un trabajo concienzudo”, sentenció. El ministro de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, acusó este martes al presidente ruso, Vladimir Putin, de llevar a su país “en una dirección equivocada”, socavando las libertades en casa y abatiendo “supuestos enemigos” en el extranjero.
El hecho de que el arma utilizada contra Skripal fuera una sustancia que solo se fabrica en laboratorios militares rusos demuestra que “estaba diseñada para enviar una señal” a los disidentes, estimó Johnson en un artículo en el periódico The Daily Telegraph. “El mensaje es claro: te cazaremos, te encontraremos, te mataremos”, añadió.