Dictadores y autócratas reunidos en Venezuela

El dictador de Cuba, Raúl Castro; los presidentes violadores de sus Constituciones, el de Bolivia, Evo Morales, y el de Nicaragua, Daniel Ortega, están en Caracas para la cumbre de la ALBA que busca respaldar al mandatario anfitrión Nicolás Maduro.

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El dictador de Cuba, Raúl Castro; los presidentes violadores de sus Constituciones, el de Bolivia, Evo Morales, y el de Nicaragua, Daniel Ortega, están en Caracas para la cumbre de la ALBA que busca respaldar al mandatario anfitrión Nicolás Maduro.

Raúl Castro heredó el poder en Cuba de su hermano, Fidel Castro. Ambos suman una dictadura en Cuba de más de 59 años, la más antigua de América, y la única superviviente de la Guerra Fría.

Evo Morales y Daniel Ortega pisotearon la Constitución de su país, a través de Tribunales copados por sus partidarios, para "habilitarse" reelecciones prohibidas en los textos consitutcionales.

Además, Morales va en contra del resultado de un referendo popular donde perdió su consulta sobre si el pueblo quería o no que pudiese candidatarse a un nuevo mandato.

La maniobra iba destinada, precisamente, a violentar la Constitución, que prohibía una nueva reelección suya, pero al salirle mal la jugada recurrió al Tribunal Constitucional, integrado por partidarios suyos, quienes alegaron que se violaba un "derecho humano" de Morales al limitar los periodos presidenciales.

Ya, anteriormente, había usado al mismo Tribunal para poder acceder a un tercer mandato, dictaminando los jueces que el primer periodo de Morales no debía contarse, porque Bolivia había sido "refundada" con la aprobación de la nueva Constitución.

Los demás miembros de la ALBA (Alternativa Bolivariana para la América Latina) son los pequeños países del Caribe, quienes dependen del petróleo venezolano, vendido a las islas por medio de un sistema que los mantiene atados, por sus deudas, a Caracas.

El próximo 20 de mayo habrá "elecciones" presidenciales en Venezuela, sin participación de la oposición, con políticos inhabilitados, centenares de presos políticos y el control absoluto, por parte del chavismo, del órgano controlador de las elecciones.

Esto ha causado la repulsa internacional.

Los únicos aliados que le quedan al gobierno chavista son este grupo de países, quienes intentarán darle una imagen de apoyo ante el aislamiento internacional del régimen.

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