Ramón Esono vivió y trabajó en Paragua desde el año 2011 hasta mediados del año pasado, con su esposa Eloísa Vaello, quien dirigía el Centro Cultural Juan de Salazar. Aquí desarrollaba su obra con el nombre artístico de "Jamón y Queso".
Según informó la organización Human Rights Watch (HRW) a través de un comunicado, el retraso en la emisión del documento es “ arbitrario ” y viola su derecho a abandonar su propio país, recogido en la Declaración de Derechos Humanos y en otros múltiples tratados de los que Guinea Ecuatorial es signataria.
“El Gobierno de Guinea Ecuatorial debe expedir su pasaporte para que pueda reunirse con su esposa y su hija”, indica la nota. Las agrupaciones firmantes del mensaje, además de HRW, son la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), el Comité para la Protección de los Periodistas, EG Justice y Reporteros sin Fronteras, entre otras.
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El activista fue detenido el 19 de septiembre de 2017 tras regresar a Guinea Ecuatorial desde Paraguay, donde residía entonces, para renovar su pasaporte y poder viajar a El Salvador, nuevo destino de su esposa, cooperante española. Se le acusaba de supuesto blanqueo y falsificación de dinero, cargos que las asociaciones de derechos humanos veían como un fraude del régimen de Obiang para silenciar al ilustrador. Los cargos no le fueron retirados hasta cinco meses después y a comienzos de marzo pasado fue puesto en libertad.
“Han prolongado mi falta de libertad poniéndome ya no en cuarentena, sino limitando mi libertad de movimientos”, explicó Esono en entrevista con Efe casi un mes después de su liberación, en referencia a la imposibilidad de conseguir su pasaporte.
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Desde su independencia de España, en 1968, Guinea Ecuatorial está considerado uno de los países más represivos del mundo debido a las constantes detenciones y torturas de disidentes, y las denuncias de repetidos fraudes electorales por parte de la oposición y de la comunidad internacional.
El pequeño país africano, gobernado desde el golpe de Estado de 1979 por Teodoro Obiang Nguema, que derrocó a su tío, Francisco Macías Nguema, cuenta con importantes yacimientos de petróleo, cuya explotación no ha generado, sin embargo, un aumento en el nivel de vida de la población, que sigue sumida en la pobreza.