Los dos monjes fueron imputados por varios delitos contra la integridad sexual ocurridos en el Monasterio Cristo Orante de la localidad mendocina de Tupungato y en otros sitios.
“La víctima denunció una serie de hechos, son varios que son desde abusos sexuales simples hasta delitos más graves con presunto acceso carnal”, explicó hoy el fiscal de la localidad mendocina de Valle de Uco, Javier Pascua, en un rueda de prensa con medios de Mendoza.
Entre los delitos que se les imputan a los religiosos se incluyen los de corrupción de menores y corrupción de mayores, ya que los hechos presuntamente se prolongaron mientras la víctima era menor y mayor de edad.
La identidad de la víctima no fue revelada aunque los fiscales del caso informaron hoy que en el momento de los hechos era un seminarista.
Fue la propia víctima la que interpuso la denuncia contra los monjes ante la Justicia, que procedió a la detención de los dos sujetos apoyados en una pericia física realizada al denunciante que arrojó lesiones compatibles con violación.
El procurador de la Corte de Justicia de Mendoza, Alejandro Gullé, dijo en la rueda de prensa que no se está investigando a la “Iglesia como institución sino la conducta desplegada por dos sacerdotes a quienes se les atribuyen una cantidad de hechos determinados”.
El Arzobispado de Mendoza emitió un comunicado en el que muestran su “confianza en la Justicia” y su “disposición para colaborar en cuanto haga falta para llegar a la verdad” en el caso.