La operación, que se centró en la provincia de Agrigento y supuso el despliegue de 400 agentes policiales, se inició a primera hora de la madrugada por orden de la Fiscalía de Palermo y fueron arrestados 56 miembros de “Cosa Nostra” , entre “jefes” y “soldados”.
Las autoridades han asestado así un duro golpe a dieciséis clanes de la mafia siciliana, ha permitido desarticular los “distritos mafiosos” de Santa Elisabetta y Sciacca y ha supuesto el arresto de relevantes “capos” de Caltanissetta, Palermo, Ragusa y Catania.
Se les imputa delitos como asociación mafiosa, extorsión, estafa, tráfico de estupefacientes y compra de votos, entre otros. La investigación permitió confirmar los “estrechos vínculos” en el “próspero” tráfico de drogas entre los clanes sicilianos y los de la 'Ndrangheta, la mafia de Calabria (sur), considerada la más activa y potente de Italia en la actualidad.
Además las distintas organizaciones criminales exigían el pago del “pizzo”, el impuesto mafioso, a las cooperativas que se encargan de gestionar los centros en los que son asistidos los inmigrantes y los solicitantes de asilo en Italia.
Entre los detenidos está el alcalde de San Biagio Platani, Santino Sabella, elegido en las elecciones del pasado noviembre y acusado de haber concordado la candidatura con los jefes mafiosos de su localidad y de haber presionado para asignarles obras públicas. También está Francesco Fragapane, de 37 años, hijo del histórico exponente de “Cosa Nostra” Salvatore Fragapane, condenado a cadena perpetua por sus múltiples crímenes y recluido en régimen de aislamiento.
Para el fiscal de Palermo, Francesco Lo Voi, esta ha sido “absolutamente la mayor operación antimafia” llevada a cabo jamás en la provincia de Agrigento y sirve para confirmar “la aún actual y vital presencia de 'Cosa Nostra' en ese territorio”.
Una organización criminal que, en esa provincia, se caracteriza por “una particular rigidez y cerrazón de sus estructuras pero que de forma continua busca contactos y mantiene vínculos con los clanes de otras provincias dentro del territorio siciliano”.
El fiscal informó de que “Cosa Nostra” trataba de gestionar los centros de acogida de inmigrantes y crear otros nuevos: “El interés es presente y activo en un sector en el que circula dinero del Estado”, apuntó.
El procurador adjunto, Paolo Guido, definió la investigación de “monumental” y expresó su preocupación de que permanezca una visión ortodoxa de la mafia de hace 40 años que se creía superada, con una serie de códigos que la hacen “viva, actual y operativa”.
Según puede verse en las interceptaciones que se hicieron a los arrestados, estos decían frases como “no se dice mafia, se dice 'Cosa Nostra'”, “'Cosa Nostra' lo es todo” o “'Cosa Nostra' significa respeto”.
Además la investigación, según Lo Voi, demuestra que la práctica del “pizzo” sigue muy vigente, a pesar de que en muchas ocasiones los empresarios no lo denuncian, lo que a su parecer “confirma el efecto intimidatorio que la mafia continúa teniendo”. “'Cosa Nostra' no volverá a ser jamás lo que fue hace veinte años pero hablar de su derrota es decididamente prematuro. Aún hay mucho trabajo por hacer”, vaticinó el fiscal.