El secretario general de gobierno de Chihuahua, Mario Trevizo Salazaer, explicó que los 42 detenidos “dieron a conocer que eran guatemaltecos” y fueron entregados al Instituto Nacional de Migración, que será el encargado de proceder a su deportación.
Los migrantes se encontraban hospedados en ocho habitaciones de un hotel de la ciudad de Chihuahua, capital de ese estado, y estaban a la espera de ser trasladados por traficantes de personas a la frontera con Estados Unidos y cruzar ilegalmente.
Los guatemaltecos declararon a las autoridades que salieron de su país hace 22 días y que pagaron 10.000 quetzales (unos 1.300 dólares) a un “pollero” (traficante) para atravesar clandestinamente el territorio mexicano.
El cruce ilegal hacia Estados Unidos implicaba un pago adicional que no fue detallado. Unos 200.000 migrantes indocumentados ingresan cada año a México, la mayoría procedentes de países centroamericanos.
La travesía por territorio mexicano implica numerosos riesgos para los migrantes, que son víctimas de traficantes de personas, bandas del crimen organizado e incluso de autoridades.
En agosto de 2010 un grupo de 72 indocumentados de Centro y Suramérica fueron secuestrados y masacrados en Tamaulipas (noreste) por el sanguinario cártel de Los Zetas.