Según los indicios con los que contaba la policía y que llevaron a la detención del sospechoso en la ciudad alemana de Saarbrücken, en el oeste del país, el plan era emplear vehículos camuflados de coches de policía para arrollar a gente.
El hombre, de 31 años, que niega haber tenido planes concretos de perpetrar un atentado, mantenía contacto por la red de mensajes Telegram con un presunto integrante de la organización yihadista Estado Islámico (EI) en la ciudad siria de Al Raqa. Las autoridades hallaron en el teléfono móvil del detenido numerosas conversaciones.
El hombre aseguró en el interrogatorio haberse inventado la historia y haber ideado un escenario para un atentado con el fin de conseguir de la organización yihadista 100.000 euros para ayudar a su familia que se encuentra en Siria. También las autoridades parten de la base que efectivamente el detenido actuaba principalmente por motivos económicos.
En vista de las circunstancias y en base a las investigaciones realizadas hasta el momento se considera improbable que realmente fuera a originarse un atentado, según se desprende de la evaluación confidencial de los servicios secretos en el estado federado del Sarre, citada por Der Spiegel. Por el momento, el detenido se encuentra en prisión preventiva.