Según un informe, obtenido y divulgado por el noticiero Jornal Nacional, el senador habría recibido en su cuenta bancaria, entre junio y julio de 2017, 48 depósitos por un valor total de 96.000 reales (USD 30.000 al tipo de cambio promedio de ese año).
Según el documento de la COAF, no fue posible detectar el origen de los depósitos. Pero el hecho de que fueran de 2.000 reales cada uno e ingresados en una agencia bancaria de la Asamblea del Estado de Rio de Janeiro, donde Flavio Bolsonaro era legislador, levantan sospechas sobre su origen ilícito. Los 48 depósitos fueron hechos en cinco días y con pocos minutos de diferencia.
Esta revelación complica la situación del hijo de Bolsonaro, y se da un día después de que la corte suprema de Brasil ordenara suspender provisoriamente la investigación de movimientos financieros atípicos en una cuenta bancaria de su chófer, Fabricio Queiroz, por 1,2 millones de reales (300.000 dólares), aparentemente incompatibles con sus ingresos.
Un tema que desde que fue revelado a principios de diciembre por el diario O Estado de S. Paulo ha sembrado incógnitas alrededor de la familia del mandatario brasileño, quien durante su campaña prometió combatir la extendida corrupción en Brasil.
Como el caso tramita bajo secreto de sumario, ni la corte ni la fiscalía de Rio detallaron los motivos de la suspensión, pero la prensa local afirma que el magistrado Luiz Fux tomó la decisión acogiendo un pedido de Flávio Bolsonaro, quien este viernes en una entrevista en la cadena Record TV negó cualquier irregularidad. El chófer Queiroz fue llamado a declarar varias veces ante la Fiscalía de Rio de Janeiro, pero en todas faltó alegando problemas de salud.
Este lunes, el fiscal general de Rio advirtió que, aun sin su testimonio, puede formular una denuncia en su contra si existen pruebas suficientes para ello. Uno de los movimientos es un depósito de 24.000 reales en la cuenta de Michelle Bolsonaro, esposa del presidente. En una entrevista con la cadena SBT a fines de diciembre, Queiroz negó actuar como “testaferro” de los Bolsonaro y afirmó que el dinero de sus cuentas bancarias proviene de sus “negocios”.
Bolsonaro explicó en un principio que se trataba del reembolso parcial de un préstamo que él mismo había otorgado al chófer de su hijo. Pero días después afirmó que se deberá “pagar” por cualquier “error” que se compruebe en esos movimientos de dinero sin declarar.