MOSCÚ. Rusia ordenó la destrucción de archivos con informaciones sobre prisioneros del Gulag, según un historiador ruso que dijo haberlo descubierto “por casualidad”, lo que provocó la indignación de los defensores de los derechos humanos.
Serguéi Prudovski, un investigador especializado en los campos de trabajo forzado soviéticos, explicó haber descubierto “totalmente por casualidad que fichas de matriculación (de detenidos del Gulag) fueron destruidas” en la región de Magadán, donde se instalaron muchos de estos centros de encarcelamiento, en los que la mortalidad era muy alta.
“Hice una investigación: me interesaba el destino de una persona para saber si había sobrevivido a los campos. Descubrí que existe una orden interna” de destrucción de estas fichas de registro, declaró por teléfono.
En respuesta a estas afirmaciones de Prudovski, la antena local del ministerio del Interior explicó que estas fichas de matriculación se archivan por un tiempo limitado, conforme a las instrucciones dadas a las autoridades locales, a los servicios de seguridad (FSB, ex-KGB) y otras agencias gubernamentales que disponen de archivos soviéticos.
Estas fichas incluyen elementos sobre los prisioneros del Gulag, respecto a la fecha en la que entraron en los campos, sus posibles traslados y el día de su liberación o de su muerte.
Serguéi Prudovski transmitió esta respuesta al Museo del Gulag en Moscú, inaugurado en 2015, quien alertó al consejo de los derechos humanos del Kremlin, un órgano de consulta.
El presidente del consejo, Mijaíl Fedotov, declaró a la agencia de prensa Ria Novosti que la destrucción de estos ficheros sería “una barbaridad” y dijo esperar que fuera “un error”.