La Policía informó sobre las 01.00 GMT de que se había inutilizado el artefacto, tras haberse logrado la explosión controlada del detonador. La bomba fue detectada el viernes por la tarde en unas obras de construcción junto a una gran superficie comercial de la Alexanderplatz, el corazón del antiguo sector este de la capital alemana.
La policía dispuso de inmediato un cordón de seguridad en un radio de 300 metros, mientras se desalojaban los establecimientos, oficinas y viviendas.
Se estima que el operativo afectó a unos 3.000 residentes en la zona, donde además quedó cortado el tráfico rodado, así como algunas líneas del metro, trenes de cercanías y resto del transporte público urbano.
Se cerró preventivamente al público la torre de telecomunicaciones, cuyo globo, a 200 metros de altura, es uno de los puntos de especial atracción turística de la ciudad. Los operativos para desactivar las llamadas “bombas dormidas” lanzadas por los aliados en la II Guerra Mundial son relativamente frecuentes en Alemania y en ocasiones han conllevado evacuaciones masivas de residentes.
Se estima, según los últimos datos policiales de 2017, que solo en Berlín hay más de 3.000 artefactos, granadas o proyectiles, aún enterrados, que suelen detectarse antes de procederse a obras de construcción por equipos de expertos.
El mayor operativo hasta ahora fue el realizado en 2016 en la ciudad de Augsburgo, cuando 54.000 vecinos se vieron obligadas temporalmente a abandonar sus casas para desactivar una bomba británica.