Cargando...
Las autoridades estadounidenses estiman que el oleoducto, fracturado tras el hundimiento de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, la semana pasada, derrama 5.000 barriles de crudo al día.
Un experto dijo a la BBC que este accidente es potencialmente más dañino que el derrame del barco petrolero Exxon Valdez, ocurrido en 1989, cerca de las costas de Alaska. Entonces se vertieron 41 millones de litros.
"Lo de Exxon Valdez va a parecer pequeño si esto continúa", aseguró Mike Miller, director de Safety Boss, una compañía que cobró fama apagando incendios en pozos petrolíferos luego de la guerra en Kuwait.
La filtración parece ahora tan grande que se calcula que, en menos de dos meses, podría alcanzar el desastre del Exxon Valdez.
Tercera rotura
La contraalmirante a cargo de las labores de limpieza, Mary Landry, informó que se descubrió una tercera rotura en el oleoducto.
Desde que la explosión tuvo lugar el pasado 20 de abril, tanto autoridades estadounidenses como técnicos de British Petroleum (BP), compañía que administraba la plataforma, han estado intentando contener la fuga de petróleo con diferentes técnicas.
La última iniciativa fue crear un "incendio controlado" del crudo que se acumula en la superficie, a partir de la utilización de barreras especiales de confinamiento. El objetivo es evitar que el petróleo alcance los pantanos del estado de Louisiana.
Meteorólogos han advertido de que los vientos cambiantes podrían desplazar la mancha de petróleo hacia la orilla, el viernes de noche.
La mancha de petróleo, en la actualidad, cuenta con una circunferencia de cerca de 600 millas (970 kilómetros) y cubre alrededor de 28.600 millas cuadradas (74.100 kilómetros cuadrados). Su borde de ataque está a sólo 20 millas (32 kilómetros) al este de la desembocadura del Mississippi.
La quema del petróleo tuvo lugar a unos 50 kilómetros al este del delta del río Missisippi, el más grande de Estados Unidos.
Sin embargo, la quema controlada puede tener un impacto negativo en la atmósfera. Según aclaró Miller, "no se trata de una solución a largo plazo".
Un experto dijo a la BBC que este accidente es potencialmente más dañino que el derrame del barco petrolero Exxon Valdez, ocurrido en 1989, cerca de las costas de Alaska. Entonces se vertieron 41 millones de litros.
"Lo de Exxon Valdez va a parecer pequeño si esto continúa", aseguró Mike Miller, director de Safety Boss, una compañía que cobró fama apagando incendios en pozos petrolíferos luego de la guerra en Kuwait.
La filtración parece ahora tan grande que se calcula que, en menos de dos meses, podría alcanzar el desastre del Exxon Valdez.
Tercera rotura
La contraalmirante a cargo de las labores de limpieza, Mary Landry, informó que se descubrió una tercera rotura en el oleoducto.
Desde que la explosión tuvo lugar el pasado 20 de abril, tanto autoridades estadounidenses como técnicos de British Petroleum (BP), compañía que administraba la plataforma, han estado intentando contener la fuga de petróleo con diferentes técnicas.
La última iniciativa fue crear un "incendio controlado" del crudo que se acumula en la superficie, a partir de la utilización de barreras especiales de confinamiento. El objetivo es evitar que el petróleo alcance los pantanos del estado de Louisiana.
Meteorólogos han advertido de que los vientos cambiantes podrían desplazar la mancha de petróleo hacia la orilla, el viernes de noche.
La mancha de petróleo, en la actualidad, cuenta con una circunferencia de cerca de 600 millas (970 kilómetros) y cubre alrededor de 28.600 millas cuadradas (74.100 kilómetros cuadrados). Su borde de ataque está a sólo 20 millas (32 kilómetros) al este de la desembocadura del Mississippi.
La quema del petróleo tuvo lugar a unos 50 kilómetros al este del delta del río Missisippi, el más grande de Estados Unidos.
Sin embargo, la quema controlada puede tener un impacto negativo en la atmósfera. Según aclaró Miller, "no se trata de una solución a largo plazo".