“Hemos perdido 28 de los nuestros y matamos a 100 de ellos”, dijo a la AFP Ahmed Jiri, jefe de la tribu Miseriya, en conflicto con la tribu de los Salamat del este de la ciudad de Garsila.
Los combates entre ambas tribus en abril obligaron a 50.000 personas a huir al vecino Chad, según la ONU.
El 3 de julio, ambas firmaron un acuerdo de paz en virtud del cual iban a pagar compensaciones unos a otros y los refugiados iban a regresar.
Según la misión de paz de la ONU y la Unión Africana en Darfur, la UNAMID, la violencia interétnica fue la que causó más muertos en esta región este año.
Ello provocó el desplazamiento de unas 300.000 personas sólo en los cinco primeros meses del año, una cantidad mayor de la registrada en los dos últimos años.