Los detenidos, dueños de una galería comercial, fueron trasladados a Ankara bajo la acusación de haber vendido el vehículo a los terroristas que perpetraron el ataque, informa la agencia semipública Anadolu.
El coche, de la marca BMW, estalló a las 16.41 GMT del domingo junto a un autobús en la céntrica plaza de Kizilay en Ankara, y se cree que fue conducido por al menos un atacante suicida, aunque posiblemente fueron dos. También hubo varias detenciones en la ciudad occidental de Tekirdag, donde vive la familia de una estudiante que varios medios han identificado como posible responsable del atentado, según el diario “Hürriyet”.
La estudiante tenía pendiente un juicio por simpatizar con la guerrilla kurda PKK, pero las autoridades aún no han confirmado que la consideran responsable del atentado. La provincia de Sanliurfa, en el sur de Turquía y fronteriza con Siria, es conocida por ser uno de los feudos de las redes yihadistas en Turquía vinculadas al grupo terrorista Estado Islámico y acusadas de cometer un atentado suicida que causó más de 100 muertos en Ankara en octubre del año pasado.