La sentencia es una medida cautelar y atiende a un pedido de la fiscalía que afirma que Cunha, arquitecto del impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff, usaba su cargo “en interés propio e ilícito para evitar que las investigaciones en su contra lleguen a buen término”.
“No existe la menor duda de que el investigado no posee condiciones personales mínimas para ejercer, en este momento, en su plenitud, las responsabilidades del cargo de presidente de la cámara de diputados, pues no califica para la sustitución de la Presidencia de la República”, señala el fallo del juez Teori Zavascki al que accedió AFP.
Cunha es actualmente el segundo en la línea de sucesión presidencial y, si Rousseff es suspendida por el Senado para iniciar un juicio de destitución, quedará como el primero en la línea detrás del vicepresidente Michel Temer, que reemplazaría a la mandataria. La decisión del Senado está prevista para el 11 de mayo.
Polémico y poderoso legislador que se convirtió en la némesis de Rousseff, Cunha es además el único político protegido por fueros que está siendo juzgado por la corte suprema en una causa que indaga si cobró al menos 5 millones de dólares para facilitar un negocio con navíos sonda en la estatal Petrobras.
En diciembre, cercado por denuncias en su contra y amenazado en la propia cámara de diputados con perder su mandato por faltas éticas, autorizó un pedido de impeachment contra la presidenta por supuesta manipulación de las cuentas públicas. Ese proceso dejó a Rousseff al borde de perder la presidencia de una de las mayores economías del mundo y desató una crisis política sin precedentes en la historia moderna del país.