“Cada vez más y más gente en nuestro continente está perdiendo la fe en el gobierno de la ley”, indicó en un comunicado el representante de esta organización panaeuropea, que situó el problema de la corrupción por encima de la crisis financiera, institucional y de confianza que, según él, atraviesa la región.
Jagland urgió por ello a los 47 países que integran el Consejo a tomarse “seriamente” las recomendaciones de sus organismos de control e hizo un llamamiento a su propia institución para que “actúe ya”.
El Consejo, a su juicio, debe concentrarse en cuatro prioridades, entre las que se encuentran la protección de la libertad de expresión y de los medios, y la promoción de la diversidad y de la protección de las minorías.
Jagland, que habló hoy ante la Asamblea Parlamentaria, puso énfasis igualmente en la necesidad de que el Consejo combata la corrupción y ayude a los gobiernos a poner en marcha reformas judiciales, y en que haga frente a la intolerancia.