Una mirada al interior de Corea del Norte

Un culto a la personalidad del actual líder Kim Jong-un y sus antecesores, que raya lo enfermizo, es quizás la principal característica de los ciudadanos de la misteriosa y blindada sociedad de Corea del Norte.

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Las personas entrevistas, sin excepción alguna, repetían hasta el cansancio los mismos calificativos tales como “Amadísimo Líder” Kim Il-sung o “Supremo Líder” Kim Jong-il para referirse al abuelo y padre, respectivamente del “Mariscal” Kim Jong-un, actual Jefe de Estado de la cerrada y misteriosa nación.

La agencia de noticias rusa obtuvo el permiso para enviar un equipo de periodistas al corazón del país a fin de entrevistar a varias personas de diferentes estamentos laborales.

En el video de casi una hora de duración y que fue subido al canal de Youtube del medio, el periodista pudo conversar con hombres y mujeres, operarios de fábricas, estudiantes y profesores de escuelas o universidades, niños y encargados de orfanatos y todos mencionaban, casi como en un libreto absolutamente preparado, la enorme felicidad que tenían viviendo en el “mejor país del mundo” y con los mejores líderes de la humanidad.

El reportaje fue denominado ¿El país más feliz del mundo?

Es absolutamente improbable que estas personas hayan sido elegidas por los periodistas pero ha sido una de las pocas veces que un medio de comunicación internacional ha podido acceder a conversar con ciudadanos que no sean parte de la estructura gubernamental.

Estatuas idolatradas

Una operaria de fábrica cuenta que todas las mañanas antes de ir a trabajar, la familia se reúne ante la ventana que tiene una vista directa a las gigantescas estatuas de los fallecidos Kim Il-sung y Kim Jong-il y se motivan observando la grandeza de ambos y como un homenaje se prometen que ese día será mucho más productivo que el día anterior.

Un estudiante de tecnología cuenta que en un campamento en honor al “Supremo Líder” Kim Jong-un, todos portaban antorchas y a pesar del calor infernal del verano, soportaron sin ningún problema por tratarse de un esfuerzo que ofrecían al “Mariscal”.

Recuerda que en un momento de la ceremonia, sintieron un fuerte trueno y pensaron que era una señal del “Amadísimo” y hasta incluso éste, podía bajar del cielo en cualquier momento.

Envidia

“Nos tienen envidia por ser tan felices y por eso Estados Unidos nos quiere destruir y Corea del Sur los ayuda” es el mensaje que este estudiante, al cual no se lo identifica durante el video, envía al mundo.

Es tal la sumisión de la población, que todas las actividades y las celebraciones son realizadas por y para el líder y sus “Amadísimos” antecesores. El nacimiento o la muerte de alguno de ellos y hasta las visitas a ciertos lugares son motivos de celebraciones y hasta de recordaciones.

La luz que los ilumina

Una mujer de mediana edad habla convencida del poder nuclear de su país y sobre todo que el “Mariscal” no dudará en utilizar todo su arsenal para defenderlos y salvar su estilo de vida.

Recuerda que un día el “Mariscal” llegó de pronto a la fábrica donde se encontraba trabajando y fue testigo cómo la fábrica pareció iluminarse con su sola presencia y se sintió afortunada de haber tenido ese enorme privilegio.

En la fábrica los operarios estudian los sistemas a distancia para optimizar su tiempo. Lo hacen a través de una internet estatal pues el país no está conectado a la red mundial.

Preguntas políticas, no

En la Universidad de Tecnología, un profesor da explicaciones de cómo la dinastía Kim cambió a la nación, sacándolos de la más completa ignorancia.

Ante la pregunta del por qué el país no está en la red mundial, prefiere mantenerse en silencio mientras el traductor explica que es una pregunta de contenido político y le recomienda no responderla.

Orfanatos y guarderías estatales

En un orfanato, una sala está exclusivamente dedicada a idolatrar objetos que hayan estado en contacto con alguno de los líderes, ya sea el abuelo o el padre de Kim Jong-un y con más razón con este último.

Los niños no son muy diferentes a los adultos y desde pequeños son adoctrinados en el culto a la personalidad y sus aspiraciones futuras son simplemente un camino a recorrer para la satisfacción del Mariscal Kim Jong-un y un homenaje al “Amadísimo” y al “Supremo” líder.

Las guarderías reciben a los niños cada lunes y son retirados por sus padres al siguiente sábado, permaneciendo seis días a cargo de los tutores que se encargan de formarlos en el “amor al líder”.

El orfanato al cual tuvo acceso el equipo de periodistas rusos es muy parecido a un campo de concentración, donde los niños tienen una formación predominantemente militar, aun cuando participan en actividades artísticas y deportivas.

Convencidos

Una mujer, descrita por su superiora como una ejemplar operaria de fábrica, sigue conversando con el periodista  “Ahora somos una potencia económica, militar y nuclear“, repite convencida, sin dejar de mencionar que viven “en la más absoluta felicidad en el país más feliz del mundo” mientras observa pasar los enormes misiles durante un desfile en honor al “Gran Líder”.

El equipo de periodistas rusos recorren las calles de Pionyang, capital de Corea del Norte, mostrando escenas cotidianas pero también mostrando a una sociedad altamente militar.

Las reiteradas pruebas nucleares y los lanzamientos de misiles que caen al Mar de Japón causan preocupación en Occidente donde Corea del Sur y los Estados Unidos son el centro de las agresiones, por ahora verbales, del cerrado régimen norcoreano.

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