Al mismo tiempo, imágenes por satélite mostraron que Corea del Norte podría estar poniendo en funcionamiento una fábrica de reprocesamiento destinada a la extracción de plutonio de calidad militar en su complejo nuclear de Yongbyon.
La Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea General de la ONU votó el martes una resolución en la que solicita al Consejo de Seguridad que recurra a la Corte Penal Internacional (CPI) para denunciar crímenes imputados al régimen norcoreano.
Esta resolución es una “estafa”, reaccionó el ministerio de Relaciones Exteriores, acusando a Estados Unidos de estar a la cabeza de los intentos de humillar a Pyongyang ante la comunidad internacional.
“Esta agresión por parte de Estados Unidos no nos permite abstenernos mucho más tiempo de una nueva prueba nuclear”, agregó en un comunicado. “Nuestra capacidad de disuasión militar será reforzada sin límites con el fin de protegernos de toda intervención militar estadounidense y de toda tentativa de invasión armada”, sostuvo.
Corea del Norte ha realizado tres ensayos nucleares, el último en febrero de 2013.
El gobierno surcoreano, a través de un comunicado del ministerio de Defensa, respondió que las Fuerzas Armadas estaban alertas y que no “tolerará ninguna provocación” .
El texto de la ONU, no vinculante, está fundado en un informe de unas 400 páginas, concluido tras una larga investigación sobre las violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte, “sin igual en el mundo contemporáneo”.
Durante un año, los investigadores recabaron los testimonios de exiliados norcoreanos y documentaron una red de campos de prisioneros, donde habría hasta 120.000 personas y donde se cometerían torturas, ejecuciones extrajudiciales y violaciones.
El informe estima que la responsabilidad de esas violaciones, equivalentes a crímenes de lesa humanidad, incumbe a las máximas autoridades del estado.
Las autoridades norcoreanas temen que Kim Jong-Un sea acusado ante la Corte Penal Internacional, incluso si está totalmente descartado que el número uno del país acepte comparecer voluntariamente.
La resolución debe ser estudiada en diciembre por el conjunto de la Asamblea General de la ONU. Pero la clave del caso está en manos del Consejo de Seguridad de la ONU, donde es probable que China, principal aliado de Corea del Norte, y Rusia ejerzan su derecho de veto.
Paralelamente a las amenazas de Pyongyang, imágenes captadas por satélites muestran nubes de vapor en una usina de reprocesamiento de combustible en Yongbyon, según investigadores del Instituto EEUU-Corea de la Universidad Johns Hopkins de Washington.
Eso podría indicar que los norcoreanos están preparando la reactivación de la fábrica que reprocesa el combustible del reactor de 5 megavatios que produce la mayor parte del plutonio que puede entrar en la composición de una bomba atómica de Corea del Norte.
Cerrado en 2007 en el marco de un acuerdo de “ayuda al desarme”, ese reactor puede en principio producir seis kilos de plutonio por año, una cantidad suficiente para fabricar una bomba nuclear, según los expertos extranjeros.
Tras el último ensayo nuclear en 2013, Corea del Norte lanzó la rehabilitación del sitio que está en condiciones de funcionar desde octubre del año pasado, indicaron las mismas fuentes.
Corea del Norte utilizó una parte de su stock de plutonio para dos de sus tres ensayos nucleares y tendría aún suficientes reservas para producir seis bombas atómicas, según expertos extranjeros.