“Todos los miembros del partido, soldados y otros ciudadanos guardaron tres minutos de silencio en dirección al Palacio del Sol de Kumsusan, el templo sagrado donde descansa Kim Jong-il”, indicó la agencia estatal KCNA en un breve comunicado.
Este acto de homenaje, que tuvo lugar al mediodía de hoy hora local (00:00 hora paraguaya), también incluyó el toque de sirenas al unísono, además de sonidos de bocinas de vehículos y silbatos en “la atmósfera más solemne”, según describió el medio estatal.
Un sonriente Kim Jong-il a todo color ilustraba la portada de hoy del diario Rodong del Partido de los Trabajadores, junto a un amplio editorial para elogiar los logros políticos y militares de quien gobernó el país con mano de hierro desde 1994 hasta su muerte en diciembre de 2011.
La televisión estatal KCTV, por su parte, ha emitido casi exclusivamente programación dedicada al fallecido dictador además de consignas de fidelidad a su hijo, el actual “líder supremo” Kim Jong-un.
Se espera que el joven mariscal, de unos 31 años de edad, visite hoy el Palacio de Kumsusan en Pyongyang para rendir homenaje al cuerpo embalsamado de su padre, entre otros actos que de momento no han sido revelados por el siempre hermético régimen de los Kim.
Algunos expertos en Corea del Sur creen que el tercer aniversario de la muerte de Kim Jong-il podría ser el punto de partida de cambios en el país, ya que la tradición confucianista coreana contempla tres años como el período de luto en que todo hijo debe cumplir a rajatabla sus obligaciones filiales con el padre fallecido.
En este sentido se interpreta que Kim Jong-un -que de momento ha aplicado estrictamente la política “songun” de prioridad militar instaurada por su progenitor- podría desde ahora tener más libertad para poner en práctica nuevas estrategias.
En 2013 las élites de Pyongyang celebraron el II aniversario de la muerte del “querido líder” con un acto político en el principal pabellón deportivo de la capital, lo que contrastó con el gran desfile que tuvo lugar en 2012. Mientras, en el exterior organizaciones de derechos humanos han recordado el lado oscuro de la dictadura del “querido líder”.
“Kim Jong-il debe ser recordado por liderar crímenes sistemáticos contra la humanidad en contra de su propio pueblo, incluyendo una hambruna catastrófica”, apuntó en un comunicado Human Rights Watch, en relación a la “Ardua Marcha” de los 90 que ocasionó entre 500.000 y 2 millones de muertos por inanición, según estimaciones.