Seúl y Washington plantean un “desafío malintencionado” al régimen comunista de Kim Jong-un, comentó la agencia estatal norcoreana KCNA, después de que el buque estadounidense amarrara en el puerto de Busan.
Propulsado por dos reactores nucleares, el portaaviones de 97.000 toneladas USS George Washington llegó hoy a esta terminal marítima al sureste de Corea del Sur.
Esta base aérea flotante de EEUU con 70 jets de combate y bombarderos a bordo participará del 16 a 21 de julio en aguas al suroeste de la península coreana en un ejercicio naval conjunto con la Marina de Corea del Sur, que forma parte del plan anual de maniobras militares de los dos aliados.
Además, el 21 y el 22 de julio tomará parte en un ejercicio conjunto de búsqueda y rescate de Washington, Seúl y Tokio en aguas al sur de la isla meridional surcoreana de Jeju.
Al igual que en otras ocasiones en que el USS George Washington ha llegado a aguas surcoreanas, EEUU y Corea del Sur han insistido en la naturaleza defensiva de las maniobras militares en las que participará el portaaviones. Sin embargo, Corea del Norte expuso hoy, en su línea habitual, que la postura de los aliados es solo un pretexto que encubre la “naturaleza provocadora” de sus ejercicios militares estivales.
Se espera que las próximas maniobras de Seúl y Washington contribuyan a elevar la tensión con Corea del Norte, que habitualmente responde con retórica agresiva y ensayos de misiles a este tipo de acciones de los que considera “enemigos”.
A la espera de que comiencen los ejercicios, en las pasadas dos semanas el régimen de Kim Jong-un ha realizado varios lanzamientos al mar de misiles guiados y proyectiles de corto alcance en una aparente demostración de fuerza.