El caso de Ferguson, en el que un policía blanco fue declarado esta semana inocente del asesinato de un joven negro causando disturbios en todo el país, muestra “la verdadera cara de EEUU, infierno de violaciones de los derechos humanos donde se practica abiertamente la discriminación racial”, expuso un portavoz del Ministerio de Exteriores norcoreano.
El portavoz, cuyas palabras fueron recogidas por la agencia estatal KCNA, afirmó que “casos como este se reportan uno tras otro” en el país norteamericano y “causan protestas multitudinarias a escala nacional, lo que demuestra que el régimen de derechos humanos de EEUU está plagado de problemas graves”.
Finalmente, concluyó que “es una gran ironía que los EEUU trate de evaluar a otros países bajo su equivocada pauta de derechos humanos a pesar de ser un tradicional abusador” de estos derechos.
La alusión a los sucesos de Ferguson se considera una nueva ofensiva de Pyongyang contra la resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU la semana pasada que pide juzgar los “crímenes contra la humanidad” de Pyongyang en la Corte Penal Internacional (CPI).
Aunque la resolución fue presentada por la UE y Japón y respaldada por 111 países, el régimen de Kim Jong-un considera que es EEUU quien la ha promovido para “destruir el sistema socialista” del país.
Para tener efecto, la resolución tendría que ser refrendada en diciembre y aprobada posteriormente en el Consejo de Seguridad, lo que se considera difícil ya que se espera que China o Rusia ejerzan su derecho a veto.
Las violaciones de derechos humanos de Corea del Norte están documentadas en un informe de la ONU que vio la luz en marzo y que es producto de una amplia investigación a partir de testimonios de cientos de personas huidas del país.
El texto reveló pruebas de exterminio, asesinato, esclavitud, desaparición forzosa, ejecuciones sumarias, torturas, violencia sexual, abortos forzosos y privación de alimentos, entre otros abusos, y estimó que unos 120.000 norcoreanos permanecen recluidos en campos de trabajos forzados.