Reino Unido y Alemania solicitaron esa reunión el lunes, indicaron diplomáticos.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se mostró “preocupado” por las informaciones según las cuales las fuerzas de seguridad abrieron fuego en un hospital en Jartum, y pidió una investigación independiente sobre lo ocurrido.
Un comité de médicos sudaneses vinculado a los manifestantes aseguró que más de 30 personas murieron y decenas resultaron heridas en ese episodio violento.
“Lo que tenemos claro es que hubo un uso excesivo de la fuerza contra los civiles por parte de las fuerzas de seguridad. Murió gente. Hubo heridos”, dijo el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.
Los militares que gobiernan el país desde que derrocaron al presidente Omar al Bashir el 11 de abril negaron haber dispersado con violencia una manifestación ante el cuartel general del ejército.
Guterres renovó su llamamiento a retomar negociaciones para transferir el poder a un ejecutivo civil, después de casi 30 años de gobierno autoritario de Bashir.
Las negociaciones entre los manifestantes y el consejo militar se rompieron precisamente porque las dos partes no lograron ponerse de acuerdo sobre si un gobierno de transición debería ser dirigido por un civil o un militar.