Al tiempo que aseguró que sus actividades son legítimas.
Las revelaciones de estos últimos meses “han creado tensiones considerables en nuestras relaciones con algunos de los socios extranjeros más cercanos” , admite Lisa Monaco, consejera de Obama en seguridad interior y lucha antiterrorista, en una tribuna publicada en el diario USA Today.
“Aunque recogemos el mismo tipo de información que otros países, nuestra comunidad de inteligencia está sometida a más restricciones y vigilancia que en cualquier otro país en la historia” , escribe.
“El presidente ordenó que examinemos nuestro potencial de vigilancia, incluyendo el relativo a nuestros socios extranjeros” , añade Monaco, recordando que los recursos de inteligencia de Estados Unidos son “inigualables” , pero no “ilimitados” .
Esta toma de posición de un miembro del entorno de Obama coincide con una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) en Bruselas originalmente centrada en la economía digital, pero en la que el programa de espionaje de EEUU acabó colándose en la agenda.
Las revelaciones sobre el programa de vigilancia estadounidense, que habría espiado a la canciller alemana, llevaron a Angela Merkel, y al presidente francés, François Hollande, a denunciar conjuntamente unas prácticas “inaceptables” .
La amplitud del escándalo aumentó aún más el jueves por la noche después de que el diario británico The Guardian afirmara que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos había escuchado a los dirigentes de 35 dirigentes mundiales.