Esta nueva ley obliga al Departamento de Estado a elaborar una estrategia global que facilite la adopción de niños originarios de Corea del Norte por parejas de estadounidenses. La medida, votada por la Cámara de Representantes en septiembre, fue ratificada por el Senado la semana pasada.
Según el texto, “el Departamento de Estado debe examinar en profundidad los obstáculos diplomáticos y administrativos que encuentran las familias estadounidenses que desean adoptar huérfanos de Corea del Norte” y proponer al Congreso la adopción de estrategias para responder a esa eventualidad, declaró la diputada republicana Ileana Ros-Lehtinen durante la presentación del proyecto.
“Todos somos conscientes de la represión, de la malnutrición y de la pobreza que sufre gran número de personas en la Corea del Norte de hoy. Y los niños son a menudo los más afectados”, dijo la legisladora. La ley procurará determinar que los niños adoptados sean realmente huérfanos y no víctimas de tráfico, agregó.
Estados Unidos acoge la mayor comunidad coreana fuera del norte de Asia. Cerca de dos millones de estadounidenses son de ese origen.
La adopción de esta ley se da en momentos en que Rusia prohibió la adopción de niños rusos por estadounidenses, una disposición considerada entre las más hostiles adoptadas por Moscú contra Washington desde el fin de la Guerra Fría.