La mayoría de condenados a muerte que esperan su ejecución piden estar informados con antelación de la fecha y no conocerla el mismo día, como hasta ahora, según esta encuesta llevada a cabo entre septiembre y noviembre por Mizuho Fukushima, vicepresidenta de la liga parlamentaria para la abolición de la pena de muerte.
Dos prisioneros fueron ejecutados el pasado mes de septiembre, llevando el número total de ejecuciones en 2012 en Japón a siete.
De los 78 condenados a la pena capital que respondieron al sondeo, 51 dijeron que querían conocer la fecha de su muerte con antelación, en su mayoría para poder despedirse de sus familias.
Más de la mitad de condenados pide además que las ejecuciones no se hagan por ahorcamiento sino por inyección letal, indica el estudio publicado por la agencia de prensa Kyodo.
Japón es junto a Estados Unidos la única democracia occidental industrializada que aplica la pena de muerte, una política criticada con frecuencia por los gobiernos europeos y por las organizaciones de defensa de los derechos humanos.
El 20 de diciembre, 111 países -un número récord hasta ahora- apoyaron una resolución de Naciones Unidas que pide cada dos años la abolición de la pena de muerte.
Estados Unidos, Japón, China, Irán, India, Corea del Norte y Siria están entre los 41 países que votaron contra esta resolución no vinculante aprobada por la Asamblea General de la ONU.