MÉXICO. “La búsqueda permanente durante las 24 horas ya concluyó en esa área. Hemos encontrado restos de 64 personas en un total de 35 fosas”, detalló a la AFP un vocero de la Procuraduría (fiscalía) General de Justicia que pidió el anonimato.
La localización de estas fosas en la comunidad de La Barca (Jalisco), cercana al vecino y convulso estado de Michoacán (oeste), derivó de una pesquisa sobre la desaparición el 3 de noviembre de dos policías federales, que no están entre los cadáveres hallados.
Por estas dos desapariciones fueron detenidos un civil y una veintena de policías municipales del cercano pueblo de Vista Hermosa (Michoacán), que habrían confesado haber detenido a los policías federales y haberlos entregado a integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación. Los detenidos indicaron a las autoridades la localización de las fosas.
El vocero de la fiscalía dijo que se procederá a la identificación de los cadáveres en su departamento pericial de Ciudad de México. Su perfil genético será cotejado con el de familiares de personas desaparecidas que han acudido a pedir información a las sedes de la fiscalía en Jalisco y Michoacán y con los de una base de datos nacional de desaparecidos elaborada por la propia fiscalía.
Algunos de los cuerpos encontrados llevan pocos meses muertos, mientras que otros llevan dos o tres años, señaló el vocero.
Entre los cuerpos, algunos de los cuales estaban atados de pies y manos y con huellas de tortura, no están los de los policías desaparecidos por lo que “las investigaciones continúan”, subrayó.
El cártel Jalisco Nueva Generación trata de penetrar en Michoacán y desplazar al grupo narcotraficante local Los Caballeros Templarios.
En esta región con costa sobre el océano Pacífico fue desplegado en mayo un operativo policíaco-militar para frenar la violencia de los cárteles y sus enfrentamientos con las llamadas “autodefensas”, grupos de vecinos armados que dicen haberse alzado en armas para defenderse del narcotráfico.
Según un recuento oficial, en México desaparecieron 26.121 personas durante la pasada presidencia de Felipe Calderón (2006-2012), marcada por el combate frontal al narcotráfico y una ola de violencia que causó más de 70.000 muertos.