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Aunque con el pasar del tiempo se reducen las posibilidades de hallar sobrevivientes de una tragedia que ya dejó 58 muertos y 305 desaparecidos, “aún hay chances de encontrar personas vivas”, dijo este lunes a la AFP el teniente coronel de Defensa Civil Flávio Godinho, en la coordinación de los trabajos.
La expectativa era continuar con los trabajos durante la noche, pero las condiciones del lugar obligaron a paralizar las operaciones, que fueron retomadas a las 4H00 locales (6H00 GMT).
En lo que va de mañana no se han confirmado rescates ni recuperación de cuerpos. La rotura de un dique de la gigante brasileña Vale el viernes a las 13H00 locales (15H00 GMT) provocó que agresivos ríos marrones con residuos de minería y agua arrasaran con casas, estructuras de la empresa y vehículos tapiándolos en segundos.
Este lunes, Brumadinho, de 39.000 habitantes y a 60 km de Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, amanece en relativa calma, contrastando con el domingo cuando Vale accionó una alarma en la madrugada advirtiendo del riesgo inminente de rotura de otro dique en la mina Córrego do Feijao, centro de la catástrofe.
La amenaza interrumpió las labores de rescate por unas diez horas. Tras levantarse la advertencia, decenas de personas evacuadas pudieron regresar a sus hogares y las búsquedas fueron retomadas. Un contingente de 136 efectivos y 16 toneladas de equipos proveniente de Israel pisó suelo brasileño el domingo por la noche y se sumó de inmediato a las labores de búsqueda.
El presidente Jair Bolsonaro aceptó la ayuda de Israel, un país con el que busca estrechar relaciones. Un segundo autobús fue localizado cerca de lo que era la sede administrativa de Vale, primera en ser impactada y arrasada en segundos.
El lodo se apoderó de la región y los bomberos trabajan en condiciones difíciles, de profundidades de hasta 15 metros de barro y arenas movedizas, realizando excavaciones en busca de sobrevivientes o cuerpos de personas.
“Considerando el tipo de tragedia y las proporciones, existe la posibilidad de que algunos cuerpos no sean recuperados”, dijo el domingo el teniente Pedro Aihara, portavoz de los bomberos. Las vías de acceso en algunos puntos permanecen restringidas y el apoyo aéreo ha sido imprescindible para monitorizar y movilizarse en la región duramente afectada y desolada por la furia del río de lodo que comienza a asentarse.
El domingo, centenas de personas regresaron a sus casas en Brumadinho luego de que autoridades confirmaran que no había más riesgo de una nueva rotura en el complejo minero. Sin embargo, muchos optaron por quedarse en los refugios. “La gente tiene miedo de que la sirena vuelva a sonar, volver a sus casas y no saber qué hacer” si ocurre otra catástrofe, dijo el médico Maicon Nunes. Casi 30 personas heridas fueron llevadas a los hospitales de la zona y la mayoría recibieron el alta. Pero la desesperación continúa.
Decenas de personas desconocen el paradero de familiares y amigos, y apenas un tercio de los cuerpos rescatados ha sido reconocido hasta ahora. Personas que lograron sobrevivir al impacto de la marea de lodo no salen de su asombro por la tragedia que viven.
“Corrimos hacia arriba y vimos que todo se iba. Perdimos todo”, relató Lauriane Oliveira da Souza, una residente en Brumadinho. “Me arrodillé, comencé a llorar y agradecí porque mi familia está viva”, dijo.
La catástrofe ocurre a tres años y dos meses de otra tragedia minera en Mariana, a 125 km de Brumadinho. Vale era también una de las propietarias del dique que se rompió en ese municipio en noviembre de 2015, dejando 19 muertos y ocasionando el peor desastre ecológico de la historia de Brasil.
Bolsonaro, que sobrevoló la zona el sábado, se comprometió a “investigar los hechos, reclamar justicia y prevenir nuevas tragedias como las de Mariana y Brumadinho”.
La minera brasileña Vale informó esta madrugada que suspendió el pago de dividendos a sus accionistas tras el desastre. La decisión se produce a pocas horas de la apertura de la Bolsa de Sao Paulo, en donde los papeles de la minera tienen un peso de 11,39%.
El viernes, feriado en la capital paulista, los papeles de Vale se derritieron 8,08% en Nueva York. La justicia ordenó el bloqueo cautelar de 11.000 millones de reales (unos 3.000 millones dólares) de Vale, para resarcir a las víctimas y cubrir daños ambientales por esta nueva tragedia, y recibió tres multas millonarias de las tres esferas del gobierno.
“Vale fue inconsecuente e incompetente, acabó con nuestra ciudad. Esperábamos que Vale aprendiera la lección con lo que ocurrió en Mariana” , declaró el alcalde de Brumadinho, Avimar de Melo. La represa no era usada desde hacía tres años y había sido verificada regularmente, según la firma.
La tragedia desató críticas de organizaciones ambientales, líderes políticos y expertos en gestión de riesgos. “Éste es un gobierno que no indica que actuará con mayor control en el tema ambiental (...). Va a considerar que las corporaciones a priori funcionan de manera responsable y lo que venimos viendo es lo contrario”, dijo Luiz Jardim Wanderley, especialista en minería de la Universidad Estatal de Rio de Janeiro.