En la presentación de una campaña especial de seguridad para recibir el año nuevo, Palomino definió la medida como un elemento de “disuasión” para concienciar a la población de los peligros de esta práctica, más habitual en pueblos y pequeñas localidades de Colombia.
“Una persona que esté realizando disparos al aire es un asesino en potencia, nos puede quitar la vida a cualquiera de nosotros e incluso quitársela a él mismo”, aseveró el general en declaraciones a la emisora Blu Radio.
La Policía calcula que, a causa de las balas perdidas, 219 personas han resultado heridas en 2014, de las cuales 38 han perdido la vida.
No obstante, destacó que durante este año el número de heridos ha descendido un 21 % con respecto a 2013.
Para evitar incidentes durante esta noche, las autoridades han pedido a la población que denuncie a quien dispare al aire, algo que será recompensado con dos millones de pesos colombianos (unos 836 dólares) para quienes aporten información sobre quienes realicen esta peligrosa actividad.
“Sabemos que con esa información estamos logrando salvar vidas y por eso queremos que hoy podamos pasar esta noche sin que ninguna familia colombiana tenga que estar llorando la fatalidad de perder una vida o la lesión en alguna persona”, señaló Palomino.
Además de los disparos se controlará el consumo y venta de alcohol con 180.000 policías en todo el país que vigilarán además la distribución de pólvora.