“No hay duda alguna de que la exsecretaria de Estado Hillary Clinton tenía autoridad como para borrar sus correos electrónicos privados sin ser supervisada por el Departamento de Estado y podría haber actuado de esa manera incluso si hubiera utilizado el servidor” ministerial, escribieron los responsables legales del Departamento de Justicia en un documento remitido esta semana a la Corte Federal de Washington.
La cartera responde de esta manera a la denuncia de Judicial Watch, un grupo conservador que intentó ante la justicia acceder a los e-mails de Clinton durante el período 2009-2013, en que la exprimera dama fue jefa de la diplomacia estadounidense.
Clinton, que encabeza los sondeos para convertirse en candidata demócrata para las presidenciales de 2016, ha sido fuertemente criticada por haber utilizado una cuenta privada de correo electrónico para realizar sus actividades ministeriales.
La exsecretaria de Estado dijo que recibió y envió unos 60.000 correos electrónicos durante los cuatro años en que ejerció el cargo. La mitad de los mensajes los borró porque eran personales y los otros 30.000 los remitió al Departamento de Estado, dijo.
Clinton, que durante meses se negó a entregar el servidor al FBI, admitió haber cometido un error pero dijo que tenía derecho a determinar cuáles de sus mensajes eran privados y podía borrar.