Ovacionada por 1.500 seguidores en Greensboro, Carolina del Norte, la candidata demócrata a la Casa Blanca ironizó sobre su reposo forzado de cuatro días. “Es muy bueno estar nuevamente en la campaña. Como faltan dos meses para las elecciones, estar sentada en casa era lo último que quería hacer” , dijo Clinton en su discurso, poco antes de viajar hacia Washington.
Clinton afirmó que aprovechó el tiempo de receso para reflexionar sobre los temas de campaña y el peligro que representa según ella el magnate republicano, al que calificó de “showman” . “Terminaré la campaña como comencé mi carrera y como asumiré la presidencia, si tengo el honor: ayudando a los niños y a las familias” , dijo.
“Proponemos ideas, no insultos” , agregó Clinton durante un discurso relativamente corto, de 23 minutos, luego del que pasó a estrechar las manos de sus seguidores. La demócrata anunció nuevos mitines la próxima semana, en Estados donde Trump acortó distancias, entre ellos la crucial Florida, según expresó en una corta rueda de prensa.
Allí defendió no haber informado el viernes pasado a su vicepresidente, Tim Kaine, que tenía neumonía. “Mucha gente trabaja estando enferma, es lo que pensaba hacer, no quería parar” , señaló Clinton, ya sin tos, pero con la voz ronca por algunos momentos.
Tras una pausa en su residencia de Washington, la aspirante presidencial aprovechó un discurso frente a una organización política hispana para denunciar “la intolerancia y el odio” y las “mentiras racistas” de Donald Trump.
El rechazo del magnate a reconocer que Obama nació en Estados Unidos, en una entrevista en el Washington Post, dio nuevos insumos a Clinton. “¿Este hombre quiere ser nuestro presidente? ¿Cuándo vamos a parar este horror, este sectarismo?” , preguntó alzando la voz. “Ha intentado comenzar de cero varias veces. Es lo único que sabe hacer. No ha cambiado” , manifestó.
En los días en que Clinton estuvo momentáneamente fuera de combate, Trump multiplicó sus apariciones públicas y este jueves presentó líneas generales de un programa económico para crear 25 millones de puestos de trabajo en una década.
“Si bajamos los impuestos, removemos regulación destructiva, liberamos el tesoro de la energía estadounidense y negociamos acuerdos comerciales que pongan el país por delante, no hay límites para el número de puestos de trabajo que podemos crear” , dijo.
El plan que presentó este jueves permitirá a Estados Unidos lograr un crecimiento económico anual de 3,5% durante una década, pero Trump dijo que esperaba todavía más. “Es el momento de establecer un objetivo nacional de 4% de crecimiento anual” , expresó.
En la misma jornada, el equipo de campaña de Trump divulgó una carta firmada por su médico personal desde 1980, Harold Bornstein, y donde afirma categóricamente que el empresario devenido candidato presidencial goza de una “excelente salud física” .
El documento reveló que Trump solo toma medicamentos para reducir el colesterol y aspirinas en bajas dosis, al tiempo que los otros exámenes de laboratorio arrojaron resultados considerados normales. De acuerdo con la carta de Bornstein, Trump pesa actualmente 236 libras, equivalentes a 107 kilogramos, sugiriendo un cuadro de sobrepeso aún para su estatura de 1,90m, pero menciona que no consume “tabaco ni alcohol” . “En suma, el señor Trump goza de una excelente salud física” , expresó el médico.
Más allá de las polémicas sobre la salud de los candidatos, Clinton precisaba imperiosamente retornar a la campaña electoral, ya que los sondeos siguen mostrando que la enorme ventaja que alguna vez tuvo sobre Trump se esfumó. Una encuesta de la red CBS y el diario The New York Times divulgada este jueves, mostró a Clinton con una apretada ventaja de dos puntos sobre Trump (44% a 42%) .
Sin embargo, cuando el mismo sondeo incluyó en el cuestionario a los otros dos candidatos minoritarios en disputa -el libertario Gary Johnson y la ambientalista Jill Stein- Clinton y Trump quedaban empatados en 42%. Este escenario, considerados los cuatro aspirantes, es el mismo que describió el miércoles un sondeo de la universidad Quinnipiac.
El estudio de CBS/NYT también mostró una enorme división de género en la disputa electoral: Trump tiene una ventaja de dos dígitos entre los electores hombres, al tiempo que Clinton tiene una superioridad equivalente entre las mujeres.