“Nos interesa que las disputas entre naciones por energía se resuelvan, al tiempo que nos aseguramos que los países no usan sus recursos energéticos o proximidad a rutas de paso para forzar a otros u obligar a que se dobleguen a su voluntad”, aseguró Clinton en un discurso en la Universidad de Georgetown.
“La energía seguirá siendo un asunto que definirá el siglo XXI”, según la secretaria de Estado, que enumeró desafíos como las disputas territoriales, el poder que da a gobernantes la riqueza en fuentes energéticas o la creación de nuevas normas internacionales para explotar zonas como el Ártico, abierto a más rutas de navegación por el calentamiento global.
La jefa de la diplomacia estadounidense detalló que Washington presta especial atención a conflictos diplomáticos como las tensiones en el Mar de China Meridional por territorios y yacimientos de hidrocarburos o las sanciones contra el sector petrolero en Irán para que Teherán detenga su programa nuclear.
Clinton subrayó el complejo trabajo de diplomacia y cooperación que han supuesto las sanciones internacionales contra el sector petrolero iraní, lo que ha obligado a un compromiso por diversificar las fuentes de energía de otros socios como la Unión Europea.
También opinó que EE.UU. debe trabajar con otros países para evitar la corrupción y “la maldición de los recursos naturales, un problema que no se debe a las recursos en sí mismos, sino a la avaricia”.
Como ejemplo de cooperación, Clinton señaló el acuerdo este año con el Gobierno mexicano para explotar conjuntamente partes del Golfo México a lo largo de las fronteras marítimas territoriales de ambos países.
Asimismo, recordó que en la última Cumbre de las Américas en Cartagena (Colombia) se acordó avanzar en la interconexión de redes eléctricas en todo el continente americano, de Canadá al Cono Sur, con lo que se conseguiría aumentar el acceso a electricidad a 31 millones de personas para 2022.
Clinton mencionó cambios que se están dando en las relaciones internacionales, con países en desarrollo que consumen ahora más energía que los países en desarrollo, con especial peso de India y China, y el hallazgo de nuevos yacimientos que pueden ser fuente de conflicto.
Asimismo, señaló que pese a que aún queda trabajo de modernización por hacer en Irak, el país se ha convertido en el segundo productor de petróleo de la OPEC y ha superado a Irán, un cambio geopolítico en una región muy inestable.